Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

¿Ciclo incompleto?

Se aprecian señales claras de desaceleración de la economía española y existe un consenso generalizado a la hora de relacionarlo con la menor actividad en el mercado inmobiliario y con el agotamiento que muestran las familias en su capacidad de consumo.

Por el contrario, la contención salarial de la última década ha permitido a nuestras empresas mantener una rentabilidad holgada. Si acaso, la mayor sorpresa ha sido el diferencial que ha mantenido su actividad con la demanda nacional de bienes. Parte de ello se ha debido a un cambio de nivel en el ámbito demográfico: ha habido un salto e...

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Se aprecian señales claras de desaceleración de la economía española y existe un consenso generalizado a la hora de relacionarlo con la menor actividad en el mercado inmobiliario y con el agotamiento que muestran las familias en su capacidad de consumo.

Por el contrario, la contención salarial de la última década ha permitido a nuestras empresas mantener una rentabilidad holgada. Si acaso, la mayor sorpresa ha sido el diferencial que ha mantenido su actividad con la demanda nacional de bienes. Parte de ello se ha debido a un cambio de nivel en el ámbito demográfico: ha habido un salto en las necesidades de la población residente en España. Pero también es relevante la mayor apertura económica actual: demanda y oferta nacional no tienen por qué casar en todo momento, y la segunda ha sufrido una competencia muy intensa, particularmente en la rama industrial, la cual no se recupera hasta finales del año 2005.

El problema es que la evidencia sugiere que el pulso del ciclo económico viene determinado por el lado del gasto, no de la oferta

El problema es que la evidencia sugiere que el pulso del ciclo económico viene determinado por el lado del gasto, no de la oferta. La ralentización de la demanda determina después un uso ineficiente de los factores de producción: se produce una interrupción en el funcionamiento normal de los mercados financiero y laboral. ¿Por qué? Son mercados incompletos y tienen un comportamiento asimétrico con el ciclo: por ejemplo, la tasa de paro se incrementa más rápidamente durante una ralentización que se contrae durante una expansión.

La desaceleración no tiene por qué ser más intensa de lo que hoy prevemos (un crecimiento de un 2,8% en 2008). Los hogares en España se encuentran más endeudados de lo que solían estar en el pasado, pero todavía no alcanzan los niveles vistos en los países anglosajones. Además, la caída estructural de los tipos de interés desde la entrada en la UME permite mantener mayores niveles de endeudamiento que en el pasado.

Por otra parte, la demanda mundial no se está ralentizando significativamente (este otoño el FMI ha reducido su previsión de crecimiento en 2008 desde el 5,2% hasta el 4,8%): el diferencial negativo entre oferta y demanda del pasado se puede invertir en el futuro.

Carlos Maravall y Reyes Maroto son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo AFI).

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