La fiscalía vincula el aumento de la delincuencia con la inmigración

El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, relacionó ayer el aumento de la delincuencia en Madrid con un sector de la población inmigrante, si bien precisó que en ningún caso cabe equiparar "delincuencia con inmigración". Según Moix, donde más se nota el incremento es en los delitos de violencia de género y en los cometidos por menores.

Durante el acto de apertura del año judicial en la Comunidad de Madrid, celebrado ayer en la sede del Tribunal Superior, el fiscal jefe añadió que a la capital han llegado bandas criminales de otros países que buscan impunidad amparándose en "la libertad de ...

El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, relacionó ayer el aumento de la delincuencia en Madrid con un sector de la población inmigrante, si bien precisó que en ningún caso cabe equiparar "delincuencia con inmigración". Según Moix, donde más se nota el incremento es en los delitos de violencia de género y en los cometidos por menores.

Durante el acto de apertura del año judicial en la Comunidad de Madrid, celebrado ayer en la sede del Tribunal Superior, el fiscal jefe añadió que a la capital han llegado bandas criminales de otros países que buscan impunidad amparándose en "la libertad de movimientos existente entre los países de la Unión Europea".

La delegada del Gobierno censura las palabras del fiscal jefe

Moix ofreció una batería de datos que constan en la memoria de su departamento relativa a 2006. Por ejemplo, dijo que el 60,58% de los agresores de pareja son extranjeros, la mayoría peruanos y bolivianos; el resto, españoles. Asimismo, comentó que buena parte de los internos de los reformatorios madrileños son extranjeros, como también lo son, dijo, el 61% de los detenidos en Madrid que pasaron a disposición judicial en 2006.

"Me preocupa la incidencia cada vez más acusada que en el fenómeno delictivo tiene la inmigración", destacó el fiscal jefe de Madrid. "No podemos despreciar la realidad objetiva que reflejan los datos", apuntó. No obstante, subrayó que hay muchos inmigrantes "que vienen a trabajar honradamente a Madrid".

Moix aclaró a EL PAÍS que es la situación de marginalidad e inadaptación a un nuevo país la que conduce a algunos extranjeros a delinquir y, también, la que convierte a otros en víctimas de delitos. "Hay muchos extranjeros en situación irregular que no pueden trabajar. Ése es un factor", añadió, "que en algunos casos les conduce a la delincuencia, porque lógicamente tienen que comer y sobrevivir; pero en otros casos, esa misma situación es la que les convierte en víctimas de delitos: por ejemplo, de tipo sexual (mujeres explotadas por mafias) y laborales (trabajadores a los que se obliga a realizar jornadas extenuantes y mal retribuidas)". El consejero de Justicia de Madrid, el popular Alfredo Prada, señaló al respecto: "En cifras, hay un incremento de delincuencia que proviene del sector de población inmigrante". Y añadió: "Pero sería una reflexión falsa e injusta equiparar delincuencia con inmigración". La delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, que asistió al acto de apertura del año judicial, censuró algunas de las afirmaciones de Moix. "Mucho cuidado con equiparar delincuencia con inmigración", advirtió.

El fiscal jefe de Madrid aludió también en su intervención a la saturación de asuntos que azota a la fiscalía y a los juzgados. Este responsable pidió más medios -jueces y fiscales- para abordar la avalancha de asuntos.

El presidente del Tribunal Superior de Madrid, Javier María Casas, coincidió con Moix en la necesidad de incrementar la plantilla de jueces y fiscales para abordar la gran saturación de asuntos, endémica en Madrid y causante de enormes demoras en los juicios. En las jurisdicciones civil y contenciosa, las vistas, en el mejor de los casos, pueden tardar un año en celebrarse. Todo ello sin contar las esperas de los recursos.

A la apertura del año judicial asistió la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. A ella y al Ministerio de Justicia dirigió Casas su petición de más jueces. Casas explicó que la situación de la justicia madrileña no difiere de la que existía hace un año, cuando pidió la creación de 83 juzgados. Este año entiende que Madrid necesita 94 nuevos juzgados.