Dos películas de países sin costa mediterránea cierran la Mostra

El Mediterráneo no baña las costas de Portugal y Macedonia, pero ambos países están representados en la Mostra de este año con películas a competición. En el caso portugués, se supone que los efluvios del Mare Nostrum llegan a través de España. No así las influencias cinematográficas, pues A escritora italiana, de André Badalo, es un filme hablado en inglés, con pocos personajes y una intriga literaria que resulta aburrida e inconsistente, pese a sus escasos 80 minutos de metraje. Para colmo, la cinta portuguesa no llegó a tiempo de proyectarse en 35 mm y sólo se pudo ver en víde...

El Mediterráneo no baña las costas de Portugal y Macedonia, pero ambos países están representados en la Mostra de este año con películas a competición. En el caso portugués, se supone que los efluvios del Mare Nostrum llegan a través de España. No así las influencias cinematográficas, pues A escritora italiana, de André Badalo, es un filme hablado en inglés, con pocos personajes y una intriga literaria que resulta aburrida e inconsistente, pese a sus escasos 80 minutos de metraje. Para colmo, la cinta portuguesa no llegó a tiempo de proyectarse en 35 mm y sólo se pudo ver en vídeo y con un sonido defectuoso, lo que implicó su eliminación automática de la sección oficial, al amparo de las bases del certamen.

Macedonia no tiene mar. Pero Prevrteno, de Igor Ivanov, está coproducida por Croacia y Serbia, lo que le asegura un lugar en la competición. No sirve de mucho, porque el filme macedonio es un confuso relato, con ínfulas de cine de autor, que abre tantas líneas argumentales que no logra cerrarlas todas, pese a sus buenas intenciones. Cine "cargado de elementos simbólicos", en palabras de su director, Prevrteno cerró las proyecciones de una excelente sección oficial, que hoy conocerá sus premios.