Reportaje:

Un patio se extiende por Malasaña

El centro social en un antiguo colegio abandonado se presenta a sus vecinos

"¿Cómo está el Patio?", preguntaba alguien al azar. "¡El Patio está que arde!", respondían al unísono las cerca de 300 personas que participaban hace días en el barrio de Universidad en Tomemos las calles, un pasacalles festivo. "Un recorrido por el barrio que tenemos para construir el que deseamos", según la declaración de intenciones del evento organizado por el Patio Maravillas para presentar sus actividades. Ubicado en un antiguo colegio en la calle del Acuerdo, 8, el Patio Maravillas lo forma un grupo de jóvenes que en julio ocupó la escuela abandonada para crear un centro de activ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"¿Cómo está el Patio?", preguntaba alguien al azar. "¡El Patio está que arde!", respondían al unísono las cerca de 300 personas que participaban hace días en el barrio de Universidad en Tomemos las calles, un pasacalles festivo. "Un recorrido por el barrio que tenemos para construir el que deseamos", según la declaración de intenciones del evento organizado por el Patio Maravillas para presentar sus actividades. Ubicado en un antiguo colegio en la calle del Acuerdo, 8, el Patio Maravillas lo forma un grupo de jóvenes que en julio ocupó la escuela abandonada para crear un centro de actividades sociales.

"Aquí no vive nadie; se trata únicamente de un centro de actividades", explica Javier Cuba, de 35 años, uno de los organizadores. Las actividades de presentación del Patio a los vecinos se desarrollaron el fin de semana pasado, con charlas, conciertos, participación en la manifestación V de Vivienda, una asamblea infantil y la decoración de la fachada de la antigua escuela.

Organizan actos tan curiosos como el que llevó al arquitecto sevillano Santiago Cirujeda, conocido por su actividad creativa en los márgenes del sistema. Entre sus proyectos más conocidos está el de construir en espacios ilegales para dar solución a la falta de viviendas a precios accesibles. Cirujeda revolucionó el Patio con un taller de Autoconstrucción del mobiliario urbano. "Es una fiera", señalaba Nico, uno de los asistentes. "Han venido varios estudiantes universitarios de Arquitectura, muy recatados, y en seguida los ha puesto a hacer cosas que por sí mismos jamás harían". Nico se refería a la recogida y reciclado de materiales abandonados en la calle, utilizados después para la construcción de, por ejemplo, un aparcamiento para bicicletas.

"Queremos intervenir en el espacio urbano, amenazado por la constante privatización de los espacios públicos", comentó Javier Cuba. "Lo que pretendemos es generar tejido social y participación política". Por eso, el pasacalles que organizaron incluyó una acción teatral en la plaza del Dos de Mayo, donde varios cowboys asaltaron a los ciudadanos. Al grito de "¡No queremos vuestro dinero, sólo vuestras ideas!", los supuestos forajidos pidieron ideas para rehabilitar un barrio con múltiples problemas.

Además, el Patio Maravillas se ha organizado en cuatro ejes principales: Barrio -dedicado a los problemas del entorno-, Cultura -con talleres de vídeo, teatro, pintura, fotografía-, Fronteras y ciudadanía -en el que proporcionan ayuda legal para inmigrantes- y Precariedad -laboral y de vivienda-. Cuentan con el apoyo de la Asociación de Ciudadanos del Barrio Universidad, los colectivos Bajo el Asfalto está la Huerta, Bici Crítica, o el Movimiento Sin Tierra.

Las actividades varían cada día. El lunes, los ciclistas tienen cita para arreglar sus bicis; martes y jueves hay cine en el Patio; el próximo miércoles comienza el club de fotografía, con talleres de foto social. Y el próximo domingo, taller de Punto Subversivo: Ladyfest reúne una tertulia con la excusa de hacer calceta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El proyecto del Patio Maravillas surgió hace un año de un grupo de jóvenes de Lavapiés que no esperaba "la acogida que Malasaña ha dado al asunto". Una noche de agosto pasado, el Patio sufrió el asalto y agresiones de un grupo de hombres "de origen armenio" que decían actuar en nombre del propietario del edificio. Según los okupas, el inmueble es del Grupo 2 Reunidos, SL. Pero fueron los propios vecinos quienes avisaron a la policía. El Patio ya era del barrio.

Archivado En