La rotura de una tubería saca a la luz un 'piso patera' donde viven 13 inquilinos

El agua del Canal anega por segunda vez en una semana el 'bypass' sur de la M-30

Un mongol, un marroquí, una española, tres ecuatorianos y siete paraguayas. Son las 13 personas que convivían en un piso de 90 metros cuadrados -menos de siete metros por cabeza-, que quedó totalmente destrozado por la inundación provocada ayer por la rotura de una tubería del Canal de Isabel II en la calle de Sorbe (Carabanchel). El piso patera pertenece a un matrimonio ecuatoriano que ocupa el salón y que alquila sin contrato. Salieron 1,8 millones de litros de agua, que obligaron a cerrar por segunda vez en una semana el bypass sur de la M-30 más de siete horas.

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Un mongol, un marroquí, una española, tres ecuatorianos y siete paraguayas. Son las 13 personas que convivían en un piso de 90 metros cuadrados -menos de siete metros por cabeza-, que quedó totalmente destrozado por la inundación provocada ayer por la rotura de una tubería del Canal de Isabel II en la calle de Sorbe (Carabanchel). El piso patera pertenece a un matrimonio ecuatoriano que ocupa el salón y que alquila sin contrato. Salieron 1,8 millones de litros de agua, que obligaron a cerrar por segunda vez en una semana el bypass sur de la M-30 más de siete horas.

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Sólo uno sonríe entre los escombros. Es Tenguise, de 23 años. Una juerga le ha salvado la vida. "Era mi cumpleaños y estaba en discoteca", explica en un castellano sin artículos. "Si no, no lo cuento". Es de Mongolia, pero sus compañeros del bajo de la calle de Sorbe, 20, en la confluencia con Santa María de la Cabeza, le llaman "el chino". Un total de 13 personas de cinco nacionalidades comparte desde hace casi dos meses un piso de 90 metros cuadrados con cinco habitaciones, una cocina y un baño. Tocan a menos de siete metros por cabeza.

Sobre la cama de Tenguise quedan escombros de los tabiques reventados por la presión del agua. Él mismo estaría debajo de los ladrillos de haber dormido en la casa, asegura. A la una de la mañana del domingo se oyó "como una explosión", según los vecinos del bloque, y comenzó a salir un chorro de agua que llegaba hasta el segundo piso y golpeaba con fuerza la fachada del edificio, de cinco plantas y 10 viviendas. Los bomberos desalojaron el inmueble. La mayoría de los residentes, menos los vecinos del bajo y de un primero, pudo volver a su casa a las cinco de la mañana. Una tubería de agua potable del Canal de Isabel II, con 55 centímetros de diámetro, sufrió una rotura "fortuita", según una portavoz del Canal, que indicó que el agua salió a borbotones durante "30 o 45 minutos". Más de una hora, según los afectados. La avería dejó un boquete de nueve metros cuadrados.

Zacarías Iljaouhari, de 24 años, y su chica, que se llama Eli y es española, lo vivieron desde la calle. La pareja paga 350 euros por una habitación en el piso patera. Ya no está el tabique que separa su cuarto de la habitación del hombre mongol. Ambos rebuscan entre los trozos de pared. Zacarías se enfada al toparse con el DVD y la playstation llenos de tierra. Los peritos del Canal, que acudieron a evaluar los daños, les han asegurado que asumen las pérdidas, aunque ninguno tiene contrato de alquiler. Zacarías no se fía. "Tenía pantalones de 200 euros. ¿Quién paga eso?"

1.200 euros perdidos

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La habitación de la derecha la compartían los fines de semana cuatro paraguayas, empleadas del hogar internas de lunes a viernes. Una es Glady, de 23 años, que ha perdido los 1.200 euros ahorrados -y guardados en la habitación- que quería enviar a su madre. "Sólo tengo lo que llevo puesto", explica apoyada en la pared. Otras tres compatriotas ocupaban la habitación del fondo. Clara, de 24 años, está embarazada de siete meses. Ha perdido los 800 euros que guardaba en el cuarto, el sueldo de un mes. A un lado de la habitación, rotos y empapados, ha apilado el carrito y el cambiador para el futuro bebé.

La dueña no está en casa. Rosa Beatriz Bonilla, ecuatoriana de 41 años, explica por teléfono que compró el piso hace tres meses. Lo reformó para añadir tabiques y ganar habitaciones, y decidió alquilarlas entre 300 y 350 euros cada una. Más de 1.200 euros mensuales "que ayudan a pagar la hipoteca". Reconoce que ninguno tiene contrato. Tampoco les pedía fianza. Ella vive con su marido y su hija en lo que debería ser el salón. "Las paraguayas sólo vienen el sábado y el chino está fuera todo el día", se justifica. Todos los que estaban ayer en el piso definieron a Rosa como "una buena mujer".

Felisa Fernández, una vecina del tercer piso, aseguró, en declaraciones a Europa Press, que "hace una semana el Canal ha estado arreglando" la parte afectada. "Esa avería cada seis meses está rota", aseguró.

Por esa tubería salieron 1,8 millones de litros de agua, el consumo diario de 3.500 familias. Además, se cortó el suministro de 15 acometidas de agua hasta las cuatro de la tarde. El miércoles, la rotura de otra tubería del Canal, a menos de 800 metros, provocó la pérdida de dos millones y medio de litros. Las consecuencias de aquella avería -"sin relación con la de ayer", según el Canal- se repitieron. El agua anegó el túnel bypass sur de la M-30, que estuvo cortado siete horas. También afectó durante 14 horas a las salidas al paseo de Santa María de la Cabeza, a la A-42 (Toledo) y a la avenida del Manzanares.

Algunos vecinos de la calle de Sorbe, tras ser desalojados por la rotura de una tubería.EFE

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