Josep Miquel Abad deja la presidencia de Vueling por discrepancias en la gestión

Problemas en la cúpula de la aerolínea catalana de vuelos baratos Vueling. Josep Miquel Abad presentó ayer su renuncia como presidente del Consejo de Administración de la compañía que dirige Carlos Muñoz por discrepancias con la gestión de la aerolínea. Abad será sustituido en el cargo por Barbara Cassani, hasta ahora consejera independiente, informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía ganó ayer el 0,58% en Bolsa.

La renuncia de Abad no es un hecho aislado. Llega juntamente con la de otros consejeros. Junto al ya ex presidente también presentaron...

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Problemas en la cúpula de la aerolínea catalana de vuelos baratos Vueling. Josep Miquel Abad presentó ayer su renuncia como presidente del Consejo de Administración de la compañía que dirige Carlos Muñoz por discrepancias con la gestión de la aerolínea. Abad será sustituido en el cargo por Barbara Cassani, hasta ahora consejera independiente, informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía ganó ayer el 0,58% en Bolsa.

La renuncia de Abad no es un hecho aislado. Llega juntamente con la de otros consejeros. Junto al ya ex presidente también presentaron su renuncia los consejeros Ferrán Conti Penina -de Inversiones Hemisferio, la sociedad patrimonial de la familia Lara, primer accionista con el 15,8% del capital-, y José Creuheras Margenar, del Grupo Planeta, así como el secretario no consejero, Enrique Morera.

La empresa -cuyo consejero delegado es Carlos Muñoz- emitió un escueto comunicado en el que se limitó a informar de que el nombramiento de Cassani "se enmarca en la nueva etapa abierta tras la junta de accionistas de junio, en la que se inició una renovación del consejo". Cassani estuvo más de 10 años en puestos directivos en Bristish Airways. Posteriormente fue consejera delegada en le aerolínea Go, filial de bajo coste de British que fue comprada por su propio equipo directivo y posteriormente vendida a Easyjet, en 2002.

Tras un severo traspiés bursátil que dura ya varios meses, la aerolínea decidió hace unas semanas desacelerar su plan de crecimiento, que preveía acabar el año 2008 con 37 aviones, y ha reducido el equipo directivo de 35 a 18 personas en los últimos meses para mejorar la rentabilidad de la compañía y gestionarla de manera más eficaz. La empresa, que salió a cotizar a un precio de 30 euros por acción, protagonizó primero una fuerte subida en Bolsa -hasta superar los 46 euros por título-, pero posteriormente sufrió un descalabro aún mayor. La cotización cerró ayer en 12,07 euros por título.

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