JOSÉ A. TORRES | Ganadero

"Nos pagan el cordero más barato que hace 20 años"

Cada día, antes de que amanezca, José Antonio Torres Cañete, un ganadero de 48 años, de Úbeda (Jaén), se dispone a realizar el ritual que le ha acompañado desde que era muy joven: sacar a pastar a sus más de 640 cabezas de ganado, la mayoría ovino. Lo hace con la misma profesionalidad del primer día, pero sin ocultar una cierta desesperanza por el presente y, sobre todo, el futuro de una actividad que heredó por tradición familiar. "Nos pagan el cordero más barato que hace 20 años, cómo quieren que podamos tirar hacia delante", reflexiona.

Este ganadero ubetense, que preside la Asociaci...

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Cada día, antes de que amanezca, José Antonio Torres Cañete, un ganadero de 48 años, de Úbeda (Jaén), se dispone a realizar el ritual que le ha acompañado desde que era muy joven: sacar a pastar a sus más de 640 cabezas de ganado, la mayoría ovino. Lo hace con la misma profesionalidad del primer día, pero sin ocultar una cierta desesperanza por el presente y, sobre todo, el futuro de una actividad que heredó por tradición familiar. "Nos pagan el cordero más barato que hace 20 años, cómo quieren que podamos tirar hacia delante", reflexiona.

Este ganadero ubetense, que preside la Asociación de Defensa Sanitaria de La Loma, Las Villas y Sierra Mágina norte, con más de 32.000 cabezas de ganado ovino y caprino, tiene que pagar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) un canon por el pastoreo de su ganado en un monte de su propiedad, en las inmediaciones del pantano de Giribaile. "El precio que pago es razonable, pero la mayoría de los ganaderos ha de abonar unos 18 euros por cabeza por pastorear en cualquier dehesa", señala.

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A ese desembolso ha de añadir el coste de los piensos (que se han incrementado más de un 40% en el último año) y los gastos de saneamiento. Por si fuera poco, otros muchos ganaderos, principalmente de la zona occidental de Andalucía, han de añadir a esos gastos los sobrevenidos por la enfermedad de la lengua azul. En el caso de José Antonio su comarca de influencia está considerada como zona restringida de movimientos.

Y por encima de esos factores, está la feroz competencia por las importaciones desde los países del Este. Como contrapartida, los ingresos de este ganadero proceden básicamente de la venta de los corderos (a una media de tres por parto cada dos años) y la subvención europea, de algo menos de 30 euros por cabeza.

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