¿Exceso de señalizaciones?
La pregunta que hace tiempo me ronda por la cabeza no es políticamente correcta: ¿hay exceso de señalización en nuestras carreteras? Pues mire usted: la televisión dio la noticia hace un par de días acerca de que no sólo hay varios países involucrados en este análisis en el ámbito de la UE, sino que ya en un municipio alemán, una ciudad mediana, ya han decidido retirar todas las señales de tráfico, incluidos los semáforos. Se limitan a indicar a la entrada de la población la limitación de velocidad general, de 30 kilómetros por hora.
Mi experiencia personal en concreto me hace re...
La pregunta que hace tiempo me ronda por la cabeza no es políticamente correcta: ¿hay exceso de señalización en nuestras carreteras? Pues mire usted: la televisión dio la noticia hace un par de días acerca de que no sólo hay varios países involucrados en este análisis en el ámbito de la UE, sino que ya en un municipio alemán, una ciudad mediana, ya han decidido retirar todas las señales de tráfico, incluidos los semáforos. Se limitan a indicar a la entrada de la población la limitación de velocidad general, de 30 kilómetros por hora.
Mi experiencia personal en concreto me hace reflexionar hace tiempo: ¿contribuye a la concentración del conductor tener que prestar atención a 30 señales de tráfico en un tramo de unos tres kilómetros de carretera nacional interurbana, es decir, perfectamente señalizado horizontalmente, con trazado y visibilidad normales, anchura más que suficiente, pavimento en perfectas condiciones? Estos datos son reales: he contado las señales porque utilizo este tramo regularmente. Yo no puedo evitar mirar el velocímetro cada vez que veo una señal de limitación de velocidad, y ya puestos, cuando veo la señal de curva a la derecha o a la izquierda, etcétera, curvas por otro lado perfectamente visibles por el mero hecho de estar sentado el volante.
Los accidentes se deben también a porcentajes estadísticos ínfinitesimales de distracciones, que multiplicados por los millones de kilómetros recorridos dan las cifras de accidentes que desgraciadamente padecemos.