La inmigración retratada por Koltès abre la nueva temporada del Lliure

Josep Maria Pou actúa por primera vez en el teatro que dirige Rigola

Un inmigrante cercado por la soledad que busca desesperadamente una mano amiga, que necesita a alguien que escuche sus penas y alivie la tristeza de su desarraigo. Así es el protagonista de La nit just abans dels boscos, texto del malogrado dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès que abre hoy la nueva temporada del Teatre Lliure de Barcelona, donde permanecerá hasta el 23 de septiembre.

El espectáculo, dirigido por Àlex Rigola, inauguró el año pasado el Teatre Municipal de Girona durante el festival Temporada Alta. Más allá de la calidad visionaria de la pieza, escrita en 1977 cu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un inmigrante cercado por la soledad que busca desesperadamente una mano amiga, que necesita a alguien que escuche sus penas y alivie la tristeza de su desarraigo. Así es el protagonista de La nit just abans dels boscos, texto del malogrado dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès que abre hoy la nueva temporada del Teatre Lliure de Barcelona, donde permanecerá hasta el 23 de septiembre.

El espectáculo, dirigido por Àlex Rigola, inauguró el año pasado el Teatre Municipal de Girona durante el festival Temporada Alta. Más allá de la calidad visionaria de la pieza, escrita en 1977 cuando Koltès vivía de lo que le prestaban los amigos, uno de los grandes atractivos de este montaje es que reúne a una suerte de dream team actoral compuesto por Josep Maria Pou -quien pisa por primera vez el escenario del Lliure-, Jordi Bosch, Francesc Orella, David Selvas, Andreu Benito y Pere Arquillué. Si bien apenas se han introducido cambios respecto al estreno de Girona, en las funciones barcelonesas Selvas sustituye a Lluís Homar. La traducción al catalán la firma Sergi Belbel.

El concurrido reparto no deja de ser curioso, porque La nit just abans dels boscos es un monólogo. Pero, precisamente, es ese desdoblamiento del personaje en seis voces distintas lo que permite sumar matices y capas de interpretación a un grito de rabia que ya no resulta ajeno a la realidad social catalana.

"Este texto es para disfrutar del actor a través de la palabra", explicó ayer Rigola en la presentación del espectáculo. Con sus palabras justificaba también la desnudez escénica de la propuesta, que pretende emocionar sin recurrir a ningún tipo de floritura decorativa. "Remueve el estómago y plantea las cosas de un modo poético", remachó Orella.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En