Los nacionalistas amenazan con vetar al alcalde de Ourense en una comisión
El desencuentro entre los socios del gobierno de Ourense, suscitado por la entrevista del alcalde socialista, Francisco Rodríguez, con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para tratar sobre las obras del recinto de San Francisco, no tiene visos de cerrarse. La falta de diálogo entre PSdeG y BNG se ha ratificado ahora con el anuncio de los nacionalistas de que vetarán al regidor como presidente de la comisión de seguimiento de los trabajos en este complejo orensano.
Los nacionalistas se muestran todavía dolidos por la "usurpación" del alcalde de sus concejalías, "que están blind...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El desencuentro entre los socios del gobierno de Ourense, suscitado por la entrevista del alcalde socialista, Francisco Rodríguez, con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para tratar sobre las obras del recinto de San Francisco, no tiene visos de cerrarse. La falta de diálogo entre PSdeG y BNG se ha ratificado ahora con el anuncio de los nacionalistas de que vetarán al regidor como presidente de la comisión de seguimiento de los trabajos en este complejo orensano.
Los nacionalistas se muestran todavía dolidos por la "usurpación" del alcalde de sus concejalías, "que están blindadas", y acusan al regidor socialista de escudarse en la comisión "para no tener que dar cuenta del fracaso de su gestión con el ministro".
El regidor orensano expresa su sorpresa por tal veto. "Los concejales no pueden vetar al alcalde", señala, "y mucho menos teniendo en cuenta que no tengo el mínimo interés en presidir esa comisión, sólo decidí ponerla en marcha para hacer más efectivo el trabajo por la recuperación de las obras". Rodríguez explica que otra cosa distinta al veto es que sus socios del BNG decidan no participar en este órgano.
La propuesta de Rodríguez consistía en integrar en la comisón a la Xunta, al gobierno local y a la oposición del PP. El BNG contempla con recelo la actitud del regidor. Los nacionalistas temen que el alcalde acabe rentabilizando electoralmente el trabajo "que no es de su competencia". Rodríguez, por su parte, entiende que entre sus competencias institucionales figura la de representar al Ayuntamiento frente a otras administraciones.