Necrológica:

Tijon Jrénnikov, el estalinista que persiguió a Shostakóvich y Prokófiev

Encabezó durante décadas la Unión de Compositores de la URSS

Burócrata talentoso, Tijon Jrénnikov logró sobrevivir al frente de la Unión de Compositores desde 1948, cuando el sangriento dictador Iósif Stalin lo seleccionó para ese puesto, hasta la desintegración de la URSS, algo que no tenía precedentes en la historia soviética.

Personaje contradictorio, Jrénnikov atacó públicamente a los geniales compositores Serguéi Prokófiev y Dmitri Shostakóvich -y principalmente por ello era conocido en Occidente-, pero al mismo tiempo ayudó al primero en los difíciles tiempos estalinianos y protegió a otros. El ataque a los dos grandes músicos rusos citados...

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Burócrata talentoso, Tijon Jrénnikov logró sobrevivir al frente de la Unión de Compositores desde 1948, cuando el sangriento dictador Iósif Stalin lo seleccionó para ese puesto, hasta la desintegración de la URSS, algo que no tenía precedentes en la historia soviética.

Personaje contradictorio, Jrénnikov atacó públicamente a los geniales compositores Serguéi Prokófiev y Dmitri Shostakóvich -y principalmente por ello era conocido en Occidente-, pero al mismo tiempo ayudó al primero en los difíciles tiempos estalinianos y protegió a otros. El ataque a los dos grandes músicos rusos citados lo hizo Jrénnikov en desarrollo de las críticas hechas a esos y otros "formalistas" por Serguéi Zhdánov, ideólogo y responsable de la política cultural bajo Stalin.

Cuenta Shostakóvich en sus supuestas memorias, publicadas bajo el título de Testimonio, por Solomón Vólkov, que sus problemas con Jrénnikov empezaron después de que le escribiera una carta con críticas amistosas de su ópera Hacia la tormenta, basada en una novela elogiada por Stalin. Antes de ese episodio Jrénnikov tenía una foto de Shostakóvich en su escritorio, pero después de él se convirtió en su enemigo declarado, se dice en las memorias. Jrénnikov denunció Testimonio en 1979, el mismo año de su publicación, como "una vil falsificación inventada por uno de los renegados que abandonó la patria". Sea como fuere, Shostakóvich dejó claro lo que pensaba de Jrénnikov en su cantata satírica Rayok (Paraisito).

Mucho después de terminada la era estaliniana, Jrénnikov siguió con sus ataques a los músicos renovadores. Fue un duro crítico de Alfred Schnittke y también se opuso a los compositores que permitían que sus obras fueran tocadas fuera de la URSS, como Edison Denísov o Sofía Gabaydúlina, por citar sólo a los más famosos.

Pero Jrénnikov también tuvo gestos nobles. A instancias del violonchelista Mstislav Rostropóvich, consiguió dinero para que Prokófiev pudiera alimentarse después de haber caído en desgracia en 1948. Lina, la esposa de éste, contó que en los años cincuenta Jrénnikov la ayudó después de la muerte de su marido. También ayudó y protegió a otros músicos que no contaban con el beneplácito de las autoridades. Sin embargo, nada pudo hacer por sus dos hermanos, arrestados en 1937 y muertos en el gulag estaliniano.

Compositor prolífico, ha dejado 10 óperas, 6 ballets, 3 conciertos para piano, 3 sinfonías, 2 conciertos para violín (la primera interpretación de ambos la hizo el gran Leonid Kogan), 1 concierto para violonchelo (que estrenó Rostropóvich) y numerosas canciones y obras de cámara.

Después de la ceremonia fúnebre celebrada el jueves 16 en la pequeña sala del Conservatorio de Moscú, el cuerpo de Jrénnikov fue trasladado a Yelets, su ciudad natal, para ser enterrado en el jardín de su casa-museo.

Tijon Jrénnikov.

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