Reportaje:

Un camino hacia la igualdad

El Bera Bera donostiarra apuesta por dar salida a deportes minoritarios como vía de oportunidades para la juventud

El pasado fue un año de tristeza para el deporte de élite en Guipúzcoa. Al descenso de la Real Sociedad se sumó el del Bruesa de baloncesto y el del Bidasoa de balonmano. Pero hay otras noticias, que llegan desde ámbitos más minoritarios, que hablan de la buena salud de la práctica deportiva en el territorio. Un caso ejemplar es el del Bera Bera. El club donostiarra, espacio de formación y competición, no deja de crecer, siempre con la vista puesta en atender las inquietudes de modalidades de tirón más reducido.

A principios de los 80, un grupo de jóvenes se divertían con el rugby en Bu...

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El pasado fue un año de tristeza para el deporte de élite en Guipúzcoa. Al descenso de la Real Sociedad se sumó el del Bruesa de baloncesto y el del Bidasoa de balonmano. Pero hay otras noticias, que llegan desde ámbitos más minoritarios, que hablan de la buena salud de la práctica deportiva en el territorio. Un caso ejemplar es el del Bera Bera. El club donostiarra, espacio de formación y competición, no deja de crecer, siempre con la vista puesta en atender las inquietudes de modalidades de tirón más reducido.

A principios de los 80, un grupo de jóvenes se divertían con el rugby en Burgos, donde estudiaban Arquitectura. Decidieron crear un equipo propio cuando regresaran a su ciudad, San Sebastián. Era 1983. Surgía el Bera Bera, pero dentro del Atlético San Sebastián. Tres años después se separó. Tiempos de precariedad, y también de ilusión. Los recursos procedían de las rifas. "La sede del club era cualquier sitio donde pudiéramos reunirnos", dice Fernando Díez Mintegi, presidente del club desde hace 25 años. El Bera Bera alcanzó la División de Honor, y ahí permanece. En 2004 conquistó el título de Copa.

El club tiene 30 equipos que suman casi 700 deportistas y supervisa la actividad de unos 600 escolares

Pero la cosa no se quedó ahí. "Cuando creamos el club, siempre tuvimos en mente que tenía que haber hueco para más deportes". Eso sí, especialidades con problemas para desarrollarse, y que apuesten por la igualdad de género y de oportunidades. Ésa es la filosofía del Bera Bera. "En algún momento teníamos que crecer. Debíamos hacerlo, porque de lo contrario iríamos hacia abajo. Queríamos dar salida a deportes que no estuvieran organizados", resume Díez Mintegi. Así, en 1995, se incorporó el baloncesto femenino -"el masculino ya estaba cubierto"-, y poco a poco lo hicieron el balonmano femenino, cicloturismo, kárate, surf y deporte adaptado. Este año, además, se une el voleibol. "A pesar de las malas noticias del fútbol, la voluntad de hacer deporte es muy grande en Guipúzcoa. Hay una cultura muy grande de asociación y de trabajo continuo", expresa el presidente de la entidad.

En la actualidad, el club cuenta con más de una treintena de equipos en distintas secciones y categorías, que engloban a cerca de 700 deportistas. Además, gracias a los convenios con los centros escolares, supervisa la actividad de alrededor de 600 niños. En verano, además, se imparten cursillos de surf, tenis o multideporte. "Tener ocupados a los chavales en algo sano como el deporte es lo que nos motiva. No nos importa solo la competición", dice Díez Mintegi, que explica otra de las razones del crecimiento. "La directiva es voluntaria, pero cada sección cuenta con una comisión de trabajo profesional. Antes, todos hacíamos de todo. Ahora, si quieres atraer a la gente, debes enseñarles tu modelo de gestión. Puede que la juventud de ahora sea más cómoda, pero sigue teniendo valores".

Otro de los aspectos que más cuida el Bera Bera es el de la cooperación con sus vecinos franceses. Hay acuerdos de colaboración con clubes de Biarritz, Bayona y Anglet, gracias a la Eurored, una iniciativa europea que persigue fomentar las relaciones entre organizaciones transfronterizas. "Pero queda mucho por hacer. Cuesta mucho, porque la cultura vascofrancesa y la de aquí siguen siendo muy distintas", afirma.

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El presupuesto de la temporada pasada fue de 1,4 millones de euros, provisto en gran parte por las subvenciones de la fundación foral Kirolgi, el Ayuntamiento de San Sebastián y el Gobierno vasco, además de las empresas Akaba y Spyro. Esto no significa que ya no se realicen las rifas o que se descuiden los ingresos que aporta la sociedad gastronómica del club. "Todos los años hay dificultades para cubrir el presupuesto. Hace dos, falló a última hora el patrocinador principal y lo pasamos muy mal. Hubo problemas muy serios, pero salimos adelante con las ayudas de la Diputación". El año que viene el equipo que arrancó de unos estudiantes universitarios cumplirá 25 años. Ahora, como entonces, con la vocación de ayudar a aquellos que creen en el deporte.

La mujer, pionera

Si ha habido un momento especial este año para el Bera Bera, ése ha sido el título de la Copa de la Reina logrado por la sección de balonmano femenino. Por vez primera en 27 años, un equipo de fuera de la poderosa comunidad valenciana se alzó con la Copa. El Akaba Bera Bera vencía, en abril pasado, al Cementos La Unión Ribarroja (22-25) en L'Eliana (Valencia).

"Lo que hicieron tuvo un mérito importante. La plantilla y la dirección es gente que siente el balonmano, con un gran espíritu de equipo, trabajo y esfuerzo", opina el presidente. Tati Garmendia ha vestido durante 15 años la camiseta del equipo, antes conocido como Bidebieta, y en la última campaña ha sido la entrenadora. Ha disputado 65 encuentros con la selección española. Es uno de los nombres ilustres de este deporte en Guipúzcoa, junto a los deos como Esmeralda López, Libe Altuna o Eider Rubio. "La mujer guipuzcoana ha sido siempre pionera en el deporte, y también en el balonmano. El título de este año es el broche a muchos años de trabajo". Pese a todo, las dificultades están ahí. Existe mayor oferta deportiva, desciende la natalidad y los equipos mediterráneos disponen de más recursos. El remedio es redoblar esfuerzos. Reyes Carrere asume este año el cargo técnico. Es su tercera etapa en el club. "El esquema de trabajo es apostar por las jugadoras de casa, y reforzar el equipo con extranjeras de calidad. El deporte de élite cada vez es más complicado", dice Carrere, que pide, sobre todo, mantener la estructura del equipo campeón. El presidente toma nota. "Este año hemos conseguido retener a casi toda la plantilla. Pero nos gustaría que se involucren más empresas", concluye.

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