FÓRMULAS QUE MUEVEN EL MUNDO

El papiro Rhind

Alexander Rhind tuvo el tiempo justo de estudiar leyes en Edimburgo, viajar a Egipto y publicar el monográfico Las tumbas de Tebas y sus inquilinos antes de morir en 1863, apenas cumplidos los 30. Ese mismo año donó al British Museum el objeto más valioso que había adquirido en el valle del Nilo, un papiro hallado pocos años antes entre las ruinas de una casucha de Tebas: lo que hoy conocemos como el "papiro Rhind", el más antiguo y extenso documento matemático que se conserva.

Las matemáticas son el lenguaje universal, suele decirse. Los escritores de ciencia-ficción suelen tene...

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Alexander Rhind tuvo el tiempo justo de estudiar leyes en Edimburgo, viajar a Egipto y publicar el monográfico Las tumbas de Tebas y sus inquilinos antes de morir en 1863, apenas cumplidos los 30. Ese mismo año donó al British Museum el objeto más valioso que había adquirido en el valle del Nilo, un papiro hallado pocos años antes entre las ruinas de una casucha de Tebas: lo que hoy conocemos como el "papiro Rhind", el más antiguo y extenso documento matemático que se conserva.

Las matemáticas son el lenguaje universal, suele decirse. Los escritores de ciencia-ficción suelen tener esto claro, y llevan medio siglo haciéndonos intercambiar con los marcianos la lista de los números primos y el teorema de Pitágoras (sin mencionar al autor, por cierto). Por tanto, ¿qué fue lo primero que hicieron los arqueólogos del British Museum para descifrar el lenguaje matemático de los egipcios? Consultar la piedra Rosetta, naturalmente. De otro modo, lo más probable es que no hubieran entendido gran cosa.

El papiro Rhind contiene 84 ejercicios para resolver en la escuela de escribas: partir el pan para una cuadrilla, cálculo de áreas y volúmenes, progresiones aritméticas y cosas del estilo, en un volumen práctico sin el menor asomo de la grandeur griega de la época.

El autor de la copia, el escriba Ahmes, empieza dando algo tan simple como una tabla de dividir, pero una manera tan chocante como ésta: 6 entre 10 = 1/21/10. O bien: 7 entre 10 = 1/31/31/30. Sabemos ahora dos cosas: primera, que los egipcios no sabían realmente manejar las fracciones, sino sólo las "fracciones unidad", es decir, fracciones en que el numerador es uno. Y segunda, que los egipcios no usaban ningún signo de sumar: se limitaban a pegar las cifras que debían sumarse, al igual que hacemos nosotros con las multiplicaciones. Así que la tabla de Ahmes debería leerse: 6 entre 10 = 1/2 + 1/10; y 7 entre 10 = 1/3 + 1/ 3 + 1/30.

Del papiro se deduce que los egipcios habían estimado Pi en 3,16: ése es el nombre de Pi en jeroglífico.

¿Son las matemáticas un lenguaje universal? No lo sabemos: nadie ha descubierto aún el sentido de ningún lenguaje, matemático o no, a partir de principios abstractos, la clase de pautas que debería respetar cualquier código para poder significar algo sobre la realidad física o sobre la mente humana. Sólo hemos descifrado mensajes "cifrados": textos escritos primero en un lenguaje existente, y que después alguien ha cifrado siguiendo una clave. Pero nunca un mensaje escrito directamente en un lenguaje extraño.

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