Un vídeo contradice la versión oficial rusa de la matanza de Beslán, en la que murieron 333 personas
Los familiares de las víctimas de la matanza de Beslán, en la región rusa de Osetia del Norte, en la que murieron 333 personas, en su mayoría niños, presentaron ayer un vídeo en el que se contradice la versión oficial de lo sucedido en la trágica liberación de los secuestrados en septiembre de 2004.
El Comité de las Madres de Beslán hizo pública ayer una cinta de vídeo en la que se rechazan las pruebas anteriores, según las cuales, la mayoría de las víctimas se produjeron por las bombas trampa que habían situado los secuestradores chechenos en la Escuela Número Uno de esa ciudad de Oset...
Los familiares de las víctimas de la matanza de Beslán, en la región rusa de Osetia del Norte, en la que murieron 333 personas, en su mayoría niños, presentaron ayer un vídeo en el que se contradice la versión oficial de lo sucedido en la trágica liberación de los secuestrados en septiembre de 2004.
El Comité de las Madres de Beslán hizo pública ayer una cinta de vídeo en la que se rechazan las pruebas anteriores, según las cuales, la mayoría de las víctimas se produjeron por las bombas trampa que habían situado los secuestradores chechenos en la Escuela Número Uno de esa ciudad de Osetia del Norte.
La grabación, que según los familiares de las víctimas les llegó de forma anónima, acusa a las tropas de asalto del Ejército ruso de lanzar granadas al interior de la escuela cuando los rehenes, unos 1.000, todavía permanecían en el interior.
"¿Por qué dispararon al pabellón de deportes donde estaban los niños?", dijo ayer Susana Dudiyeva, portavoz del Comité de las Madres de Beslán. Según Dudiyeva, fueron las granadas de los soldados rusos las que provocaron que se incendiara el pabellón de deportes. "Durante mucho tiempo intentamos averiguar el origen de las primeras detonaciones, ahora sabemos que procedían de fuera del edificio", añadió Dudiyeva.
Los investigadores del caso no han presentado un informe definitivo sobre la peor tragedia con rehenes de la Rusia moderna, pero la Comisión oficial exoneró a los militares el pasado diciembre al determinar que "la causa de las explosiones fue la acción de los terroristas".
De los 30 secuestradores sólo sobrevivió Nurpashá Kuláyev, que fue condenado a cadena perpetua en mayo de 2005.
Los secuestradores -que obedecían órdenes del guerrillero checheno Shamil Basáyev, quien asumió la responsabilidad por el ataque a la escuela- minaron el gimnasio, de manera que cualquier acción emprendida por las fuerzas rusas para liberar a los rehenes hiciera detonar las bombas.
El grupo terrorista exigía que Rusia retirara sus tropas de Chechenia como condición para dejar libre a los niños y sus padres.