Crítica:MÚSICA

Swing para el XXI

Swing significa ritmo y, por extensión, ritmo de baile. El éxito cosechado por una serie de canciones cortadas con un trepidante patrón rítmico acabó convirtiendo al swing en un estilo musical y ampliando su elenco de obras y artistas. Las generaciones que vivieron entre los años treinta y la mitad de los cuarenta bailaron al ritmo endiablado de este estilo que ahora los más jóvenes tienen la oportunidad de escuchar y bailar. Composiciones de artistas de la talla de Duke Ellington, Louis Prima, Benny Goodman o Cole Porter, interpretadas por las grandes orquestas del moment...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Swing significa ritmo y, por extensión, ritmo de baile. El éxito cosechado por una serie de canciones cortadas con un trepidante patrón rítmico acabó convirtiendo al swing en un estilo musical y ampliando su elenco de obras y artistas. Las generaciones que vivieron entre los años treinta y la mitad de los cuarenta bailaron al ritmo endiablado de este estilo que ahora los más jóvenes tienen la oportunidad de escuchar y bailar. Composiciones de artistas de la talla de Duke Ellington, Louis Prima, Benny Goodman o Cole Porter, interpretadas por las grandes orquestas del momento, han sido recreadas y remezcladas por un grupo de pinchadiscos franceses que, intencionadamente, dotan al disco de una atmósfera de la época de entreguerras. La vertiginosa presencia de los metales, la marcada precisión de la cuerda -con el contrabajo dominante- y la necesaria base percusiva -en algunos casos con una caja de ritmos un tanto estridente-, sobre los que se imponen las voces originales -a veces distorsionadas- de Ella Fitzgerald, Josephine Baker o Nina Simone, se plasman en títulos de nombre tan sugestivo para el baile como Sing, sing, sing, Busy line, Diga diga doo o incluso Calor, que le da un toque latino a la obra. El resultado es un CD de 16 canciones capaces de alterar los biorritmos más reposados, en las que se combinan sonidos de radio de galena -Cement mixer, Heartbreaker- con los más limpios que proporcionan las nuevas tecnologías digitales. Este disco, de ritmo acelerado y elegante, revive la época de las grandes orquestas de baile, que tan bien supo plasmar el cine en películas del estilo de Con faldas y a lo loco.

SWING FOR MODERN CLUBBING

Blanco y Negro Music, SA

R. Leonard y Tushka Bergen, en 'Rebeldes del swing' (1993), de T. Carter.

Archivado En