Análisis:MÚSICA | Standstill | GREC'07

Más que un grupo

No es un tópico: Standstill es una forma de vida. Sí, es un grupo también, pero en cierto modo la historia de esta banda, una de las más interesantes de Barcelona, parece más que nunca alimentada por una determinación casi heroica que les conduce a ofrecer sus conciertos como algo más que una simple actuación. En línea con ello, el Grec les ofreció la oportunidad de ofrecer su espectáculo 1, 2, 3 en unas condiciones espaciales que les permitieron desplegar todos los recursos de una idea que se fundamenta en mostrar que un concierto implica muchas otras cosas que el hecho de tocar.
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No es un tópico: Standstill es una forma de vida. Sí, es un grupo también, pero en cierto modo la historia de esta banda, una de las más interesantes de Barcelona, parece más que nunca alimentada por una determinación casi heroica que les conduce a ofrecer sus conciertos como algo más que una simple actuación. En línea con ello, el Grec les ofreció la oportunidad de ofrecer su espectáculo 1, 2, 3 en unas condiciones espaciales que les permitieron desplegar todos los recursos de una idea que se fundamenta en mostrar que un concierto implica muchas otras cosas que el hecho de tocar.

Por eso, los miembros de Standstill montaron parte del instrumental con la actuación técnicamente comenzada, lo cual en el teatro Grec generó algún equívoco entre parte del público, que atribuía este hecho a un retraso, despiste o simple falta de sentido común. Aunque esta faceta estuvo más marcada en la presentación hace unos meses en la Cúpula Venus, donde el trasteo y acarreo de instrumentos y los correspondientes cambios fueron más notables, quedó claro que Standstill apostaron por restar parte del hipotético encanto que tiene un músico acercándolo a su faceta de trabajador. Así, el concierto se construyó bajo la mirada del público.

Como en La Cúpula Venus, el grupo formó en torno al público, y allí, rodeándole, tocó las canciones de Viva la guerra, su estupendo y último disco. La progresión de las piezas, su creciente intensidad, algunas letras y la pasión que pone Standstill en su interpretación equilibraron los resultados del concierto. Porque a diferencia de lo ocurrido en la más asfixiante Cúpula de Venus, en el anfiteatro la amplitud de espacio restó pegada al montaje, hizo que perdiese algo de poder de convicción y manifestó que en un espacio amplio una buena y austera idea puede parecer incompleta. Esta pérdida de presión no impidió que la banda mostrase una inquietud insólita, una intención por ir más allá de lo consabido y una implicación en su proyecto que la convierte por eso mismo en algo más que un grupo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En