"Nuestra única apuesta de gobierno en Álava pasa por liderarlo nosotros"

El candidato a diputado general de Álava, Juan Carlos Prieto, afronta una semana decisiva para el futuro de la Diputación alavesa y el suyo propio. Lo hace insistiendo en que cuenta con los apoyos precisos para conseguir el el cargo y con la sugerencia implícita de que éstos se los adeuda el PP, en virtud de un acuerdo ya alcanzado entre Alfonso Alonso y él. Tan convencido se muestra que asegura que ya se ha hecho a la idea de no disfrutar vacaciones este verano.

Pregunta. ¿Cómo encara esta recta final el PSE?

Respuesta. La prioridad es el cambio. Lo hemos dicho en ...

El candidato a diputado general de Álava, Juan Carlos Prieto, afronta una semana decisiva para el futuro de la Diputación alavesa y el suyo propio. Lo hace insistiendo en que cuenta con los apoyos precisos para conseguir el el cargo y con la sugerencia implícita de que éstos se los adeuda el PP, en virtud de un acuerdo ya alcanzado entre Alfonso Alonso y él. Tan convencido se muestra que asegura que ya se ha hecho a la idea de no disfrutar vacaciones este verano.

Pregunta. ¿Cómo encara esta recta final el PSE?

"El PP tiene la Mesa de las Juntas por un acuerdo entre Alonso y yo. Cualquiera puede imaginar que en las conversaciones hubo más"

"El PNV de Álava hace testimonialismo nacionalista y fracasará ahora igual que fracasó con la moción de censura a Rabanera"

Respuesta. La prioridad es el cambio. Lo hemos dicho en la campaña y lo contrario sería un fraude. El PP ha gobernado ocho años, con una gran generosidad por nuestra parte. Hemos cumplido con creces en la defensa de la idea constitucionalista cuando se puso en riesgo. Ahora les toca a ellos cumplir y admitir que somos la fuerza constitucionalista creciente y la que gobierna en España.

P. ¿Se siente incómodo en esa difícil segunda posición en que le dejaron las elecciones?

R. No. Si esas cosas fueran importantes, Rabanera no habría gobernado ocho años, porque no ganó las elecciones. Lo decisivo no es haber quedado el primero, sino una política de pactos que dé los apoyos necesarios.

P. ¿Con qué legitimidad pide el segundo partido al primero que vote a su candidato?

R. El PP tiene ya ahora lo que nosotros teníamos antes, la presidencia de las Juntas Generales y dos puestos en la Mesa, y lo tiene como fruto de unas conversaciones entre su presidente, Alfonso Alonso, y yo. En ellas llegamos a un entendimiento para que ellos ocuparan ese espacio que nosotros hemos tenido ocho años. Todo el mundo puede imaginar que esas conversaciones dieron más de sí.

P. ¿Está sugiriendo que el PP asumió a cambio que usted fuera diputado general?

R. Lo que tienen no se lo íbamos a dar sin más. Nosotros nos hemos movido mucho. Ahora le toca al PP. Es un hecho que donde los candidatos a diputado general hemos disputado liderazgo, en Vitoria, le he sacado 1.200 votos a Javier de Andrés y casi 10.000 a Xabier Agirre. Ni el PNV ni el PP han mejorado, eso apunta con claridad a quién debe liderar la próxima Diputación. Sólo nosotros podemos dar estabilidad a las instituciones. No lo puede hacer quien plantea un gobierno de nacionalistas ni quien no ha sido capaz antes de sumar voluntades y hacer consensos.

P. El caso es que usted está emplazado a decantarse por el PP, desde su condición de primera fuerza, o por el PNV, que se hace fuerte en el tripartito.

R. No somos la muleta de nadie: hemos salido a ganar y hemos tenido el mejor resultado. No tenemos que apoyar a nadie, no somos los que damos la mayoría a unos u otros. Somos los que más juego llevamos en la mano, entre otras cosas porque ya estamos gobernando en el Ayuntamiento de Vitoria, y sin deberle nada a nadie, porque nadie nos votó.

P. Pero tanto el PP, con 15 escaños, como el PNV, con los 17 que suma el tripartito, le superan en las Juntas.

R. Lo único cierto es que el PP, con 165 votos más que nosotros y 15 junteros, pierde. Incluso si hiciéramos como ellos en el Ayuntamiento, no presentáramos nuestra candidatura y nos abstuviéramos, seguiría perdiendo. Ha gobernado ocho años gracias a nosotros; no nos ha votado en el Ayuntamiento y nosotros sí le hemos dado la presidencia y dos puestos en la mesa de las Juntas. ¿Quiere que además votemos su candidato a diputado general? ¿Hasta dónde llega su voracidad?

P. ¿No cabe ninguna duda de que usted vaya a presentar su candidatura?

R. Ninguna. Si nosotros hubiéramos querido quitarnos del recorrido a la Diputación, no habríamos prescindido de la presidencia de las Juntas Generales. Tengo los respaldos precisos.

P. Esto lo ha dicho desde el principio, pero ¿cuáles son?

R. Yo no voy a explicar cosas que tienen que explicar otros. Si tuviera que exhibir algún acuerdo no podría hacerlo unilateralmente. Creo que ya he dicho suficientes cosas. Hay otras que no puedo contestar, no estaría jugando limpio si anunciara yo un acuerdo al que están vinculados otros, y estaría poniéndolo en riesgo. Pero, insisto: estoy dando unas cuantas pistas de cómo están las cosas.

P. ¿Esta sugerencia suya conduce a pensar que el PP está haciendo teatro al reclamarles apoyo a su candidato?

R. Yo creo que sí, que está haciendo algo de teatro. Y dando unos palos de ciego tremendos. A Alfonso Alonso se le pueden preguntar dos cosas: si cree que la presidencia y los dos representantes en la Mesa son el aguinaldo de Navidad y qué es lo que está haciendo para conseguir el objetivo que dice perseguir de que una fuerza constitucionalista gobierne en Álava.

P. Pensar que sus apoyos procederán del PP conduce de inmediato a pensar en un intercambio con Navarra.

R. No. No hay ninguna negociación global, ninguna referencia fuera de Álava. Tampoco lo era Guipúzcoa. El proceso es autónomo, y la prueba es que yo propuse que la investidura fuese el 5 de julio, antes incluso que en Guipúzcoa.

P. ¿No nos encontraremos con la situación de hace cuatro años, con Javier Rojo reclamando a Ramón Rabanera el cumplimiento de un acuerdo cuya existencia negó éste?

R. No lo creo. Las circunstancias han cambiado mucho. Sobre todo, dos: entonces gobernaba el PP en España y aquí nos sacó una diferencia importantísima. Ahora gobierna el PSOE y la diferencia es imperceptible.

P. Si el día 26 hay tres candidatos y cada cual se vota a sí mismo el tripartito se alzaría con la victoria. ¿Qué haría usted ante esa situación?

R. No la contemplo. Si la viera, tendría que reaccionar, pero no es así. No tengo nada que decir sobre ese escenario porque estoy en otro.

P. ¿No les gustaría un acuerdo con el PNV?

R. No es cuestión de apetencias, sino de voluntades. Con el PNV está habiendo globalmente acuerdos, en presupuestos aquí y en Madrid, en leyes, en el proceso de paz y política antiterrorista, ahora en el Cupo... Pero en Álava se coloca en un plano muy testimonial, de resistente, en lugar de aceptar sus resultados y trabajar por los acuerdos. Eso dificulta mucho el entendimiento. Hasta ahora Gerenabarrena dice que quiere más plan Ibarretxe, más tripartito, más soberanismo y liderazgo nacionalista para un territorio que no lo es. Eso hace totalmente imposible la aproximación con nosotros. Veo meridianamente claro que perderá ahora, como perdió en la moción de censura a Rabanera.

P. Si finalmente no es diputado general, ¿estará el PSE en un gobierno liderado por otros?

R. Sólo hay una posibilidad de gobierno para nosotros, que es liderando ese gobierno. Es nuestra única apuesta y no trabajamos con ninguna otra.

P. ¿ Se clarificarán las cosas antes del día 26?

R. Por mi parte, se sabría antes, pero es posible que lleguemos como ahora y ahí estaremos los tres.