Entrevista:A. R. TORRIJOS | Teniente de alcalde de Sevilla

"En Sevilla va a haber un solo alcalde, y eso lo garantizo yo"



Hace sólo cinco años Antonio Rodrigo Torrijos (Sevilla, 1951) era un sindicalista de dilatada trayectoria en CC OO que iba de vuelta. En 2003 fue elegido concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y quinto teniente de alcalde tras el pacto PSOE-IU. Este mandato es el primero. Detrás del alcalde, él. Aunque no quiere que le llamen hombre fuerte de IU, en cada respuesta deja claro que ejercerá su autoridad. Comunista convencido, no se anda con rodeos: dice que Juan Ignacio Zoido es un "frívolo" y asegura que no va a permitir que las diferencias entre Alfredo Sánchez Monteseirín y José...

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Hace sólo cinco años Antonio Rodrigo Torrijos (Sevilla, 1951) era un sindicalista de dilatada trayectoria en CC OO que iba de vuelta. En 2003 fue elegido concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y quinto teniente de alcalde tras el pacto PSOE-IU. Este mandato es el primero. Detrás del alcalde, él. Aunque no quiere que le llamen hombre fuerte de IU, en cada respuesta deja claro que ejercerá su autoridad. Comunista convencido, no se anda con rodeos: dice que Juan Ignacio Zoido es un "frívolo" y asegura que no va a permitir que las diferencias entre Alfredo Sánchez Monteseirín y José Antonio Viera chafen el gobierno de coalición.

Pregunta. Llevaba usted mucho tiempo alejado de la primera fila política y ahora es un hombre fuerte de Izquierda Unida.

"El ofrecimiento de pacto de Zoido fue oportunista, incoherente y estúpido"

Respuesta. Niego la mayor: no soy un hombre fuerte de IU porque mi formación política tiene una estructura colegiada. Pero la verdad es que nunca había pensado ser primer teniente de alcalde de Sevilla.

P. Lo quiera usted o no es uno de los cargos institucionales con más peso de IU.

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R. En Sevilla ciudad hay una gran coincidencia nucleada en torno al proyecto político que venimos desarrollando, y de eso, quiera o no, soy yo el que lo representa institucionalmente. Está claro que nos da peso en el conjunto de la organización, pero el peso lo tiene la dirección colegiada.

P. ¿Es verdad eso que dicen de que la política local es la que más satisfacción produce?

R. Es lo que más se parece a mi experiencia sindical porque es la más cercana, la que te da la posibilidad, o no, de resolver problemas muy concretos. Arreglar una plaza, hacer un centro de salud o de inserción para la formación laboral. Eso es lo más gratificante. Además, a mí no me ha creado ninguna contradicción porque se parece mucho a lo sindical, que es la cultura de la que provengo.

P. El reparto de áreas del Ayuntamiento ha causado mucho revuelo en determinados sectores. Incluso alarmismo porque "los comunistas" dirijan la economía y el casco antiguo.

R. Son prejuicios inaceptables de sectores vinculados al pensamiento neoconservador en la ciudad, que tienen un concepto patrimonial de Sevilla y de las políticas que deben hacerse. Nadie se escandaliza de que el PP en Madrid lleve las políticas sociales. Hay sectores en Sevilla que consideran que lo suyo es suyo, y lo de los demás, también es suyo. Los únicos que tendrán problemas son los que crean que sus intereses particulares están por encima de los generales. IU tiene un proyecto, discurso y programa. Sabe lo que tiene que hacer.

P. Parece que se han invertido los papeles: IU en el casco antiguo, y Zoido paseando por los núcleos marginales, con los inmigrantes desalojados...

R. En la cultura popular ha habido tres momentos en ese sentido. Uno primero, en el que desde el concepto de la caridad (no de la solidaridad), la aristocracia y los terratenientes sentaban en su mesa a un pobre una vez al año. Un segundo, en el momento de la lucha por las libertades, en el que vestía sentar a un comunista en su mesa. Y ahora, desde el concepto más rancio de caridad, se quiere dar la imagen de preocupación por los marginados. La intención de la derecha política es referenciarse, de manera muy irresponsable, en los problemas de los marginados, estableciendo falsas expectativas y haciendo propuestas muy peligrosas.

P. ¿Por ejemplo?

R. Zoido llegó a proponer incluso que el 10% de las promociones de Envisesa fueran para resolver los problemas de esta personas. Olvida que la mejor manera de superar el chabolismo y la marginalidad no es ubicar físicamente a los afectados, sino intervenir de manera integral en su formación, sociabilidad, inserción laboral, etcétera. Y cuando eso se produzca, trasladarlos a una zona para su integración social, y no crear conflictos en muchos barrios. Es frívolo que Zoido, al igual que hicieron sus ancestros políticos, vuelva a sentar a un pobre a su mesa para legitimar una política social que esta muy distante del ideario de la derecha política.

P. ¿Qué tiene Sevilla de comunista?

R. Lo mismo que cualquier otra zona del planeta. Puede parecer anacrónico, pero el pensamiento comunista tendrá vigencia mientras exista la desigualdad. Y Sevilla, como otras ciudades, tiene bolsas de desigualdad y eso hace útil el compromiso comunista. Además, Sevilla tiene historia: hubo un tiempo en que se le llamó la roja. Nació y se formó el primer secretario general del Partido Comunista de España (PCE), José Díaz. Es decir, Sevilla de comunista tiene dos cosas: la constatación de la diferencia social, que pone en vigor el ideario comunista, y está vinculada al comienzo del PCE en España.

P. En la campaña dijo que no iba a pactar con el PP. Sin embargo, Zoido le propuso un acuerdo. ¿Qué le dijo cuando le llamó?

R. Zoido nunca me llamó. Hizo una oferta mediática, de cara a la galería, para pactar con IU, y conmigo, porque decía que era una persona responsable y, que, incluso, había coincidencia programática, ¡que toma bemoles! Lo que pretendía era hacer lo que ahora denuesta. Él dice que PSOE e IU han llegado a un pacto de conveniencia, y yo me pregunto retóricamente: ¿Y qué pacto me ofrecía el señor Zoido? Uno de conveniencia para garantizarse el sillón de la alcaldía. ¿Ese pacto, si se hubiera producido, era legítimo, y un pacto entre dos fuerzas más cercanas, y programático, es ilegítimo? Zoido con la oferta que hizo de pactar con IU, adelantó dos cosas: una profunda incoherencia programática e ideológica, y garantizar su apetencia de poder. Por lo tanto, fue una actitud oportunista, incoherente y estúpida. Durante la campaña yo no quise engañar a la ciudadanía sevillana, deje claro en plena campaña y, por lo tanto, condicionando el voto de la ciudadanía, que jamás pactaría con la derecha nacional (PP) ni la derecha nacionalista (PA).

P. ¿Qué pasará con Tablada?

R. Será verde y pública y no permitiremos intervención que genere expectativas de negocios o cambios de clasificación.

P. El nuevo gobierno está terminando de repartir las áreas. Se habla de tripartito: Sánchez Monteseirín, usted y Viera. ¿Tiene esa percepción?

R. No. En Sevilla va a haber un solo alcalde, y eso lo garantizo yo. Va a funcionar la jerarquía según la norma, habrá un alcalde y un primer teniente de alcalde (yo), y a partir de ahí se establecerá la línea de mando. Por tanto, no hay tripartito, porque yo he acordado con el PSOE, no con el "PSOE a" y el "PSOE b". Después del alcalde, sólo hay una persona que tendrá la línea de mando, que es el primer teniente de alcalde: yo.

P. ¿Engancha el poder?

R. Engancha la capacidad instrumental para resolver los problemas de la ciudadanía. Engancha la capacidad de hacer pasar los sueños a la realidad. Pero, sinceramente, no me interesa la erótica del poder.

P. ¿Le vamos a ver con el chaqué y la vara en el Corpus?

R. No. La mejor manera de respetar las creencias, ideologías y la relación con la religión de todo el mundo es no compartir lo que no se cree. Es notorio que yo no soy creyente y me parece absolutamente hipócrita participar en una celebración religiosa simplemente por aparentar. No me veo con el chaqué porque me parecería una falta de respeto a la procesión del Corpus.

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