El regidor que dona su sueldo a los necesitados

Juan Antonio Galán es un alcalde peculiar. Por tercera vez consecutiva va a gobernar con mayoría absoluta el Ayuntamiento de su pueblo, Fuerte del Rey, una pequeña población de apenas 1.200 habitantes situada a 10 kilómetros de Jaén. Lo hace como independiente integrado en la lista del PP.

Pero tanto su campaña electoral como su manera de actuar en el Ayuntamiento es tan personalista como atípica. Desde que fue elegido regidor local hace ocho años, Juan Antonio dona cada mes su sueldo a las familias más necesitadas, como se estipulaba en el programa electoral que él elaboró, una decisió...

Juan Antonio Galán es un alcalde peculiar. Por tercera vez consecutiva va a gobernar con mayoría absoluta el Ayuntamiento de su pueblo, Fuerte del Rey, una pequeña población de apenas 1.200 habitantes situada a 10 kilómetros de Jaén. Lo hace como independiente integrado en la lista del PP.

Pero tanto su campaña electoral como su manera de actuar en el Ayuntamiento es tan personalista como atípica. Desde que fue elegido regidor local hace ocho años, Juan Antonio dona cada mes su sueldo a las familias más necesitadas, como se estipulaba en el programa electoral que él elaboró, una decisión, en todo caso, muy controvertida desde la oposición.

"No miro la ideología de las personas, sólo me mueve ayudar a los más necesitados", apunta Juan Antonio, que tiene dedicación exclusiva en el Ayuntamiento y dona su asignación mensual de 644 euros a familias con miembros con alguna discapacidad, familias numerosas y a financiar trabajos sociales de alguna persona necesitada. Lo hace avalado con un informe social, como cuando decidió sufragar el coste del entierro de una niña pequeña de una familia sin recursos. Ahora piensa incrementar su sueldo mensual hasta los 900 euros, porque "cada vez me cuesta más atender todas las necesidades".

"Ni de derechas ni de izquierda, yo creo en las personas y no en la política"

¿Por qué este gesto solidario? De 48 años, Juan Antonio, que cursó estudios de Derecho, regenta junto a otros dos hermanos una empresa agrícola que gestiona miles de olivos, por lo que tiene "un buen patrimonio", como él mismo admite. No obstante, dice que hasta a su propia familia le cuesta entender esta noble causa. "Mi mujer me dice que le estoy quitando el pan a mis dos hijos", señala este alcalde, que pasa todas las mañanas (y muchas tardes) encerrado en el Ayuntamiento. Su vivienda está al lado e incluso un bajo es utilizado como almacén municipal. También logró que un tío suyo donase al Ayuntamiento una parcela de 1.000 metros cuadrados para zona verde. "Mucha gente me dice que mi filosofía es más propia de izquierdas que de derechas, pero yo creo en las personas y no en la política, soy enemigo del seguidismo que hay en los partidos", indica Galán, que suprimió al entrar en la alcaldía las asignaciones que recibían los concejales por su asistencia a plenos. Tampoco tuvo rubor en dirigir el tráfico en el casco urbano cuando el pueblo se quedó sin policías locales.

Su última decisión también ha sido cuestionada por la oposición, que le acusó de haberse beneficiado de una permuta de terrenos suyo, recalificados, con otro solar de suelo urbanizable propiedad de la empresa promotora que construye una residencia de la tercera edad. El alcalde expone que esta permuta estaba condicionada a que se construyese en su solar la residencia, mientras que el terreno que él ha recibido lo ha donado al Ayuntamiento.