Cristina Andreu coreografía su cuerpo en el Artium

El Artium continúa con su apuesta por la presentación en Vitoria de creadores contemporáneos en el campo de la danza y la performance, con la presentación de la obra Flesh 174, la última coreografía de Cristina Andreu y su compañía La sonrisa de Caín. La programación de este año se cerrará con las aportaciones procedentes del taller de trabajo Gorputz Eremuak / Los límites del cuerpo, que se ha desarrollado durante el último año, y que ofrecerá al público sus resultados el 7 de julio, en el exterior del museo.

Flesh 174, una pieza que se inicia como un solo de danza...

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El Artium continúa con su apuesta por la presentación en Vitoria de creadores contemporáneos en el campo de la danza y la performance, con la presentación de la obra Flesh 174, la última coreografía de Cristina Andreu y su compañía La sonrisa de Caín. La programación de este año se cerrará con las aportaciones procedentes del taller de trabajo Gorputz Eremuak / Los límites del cuerpo, que se ha desarrollado durante el último año, y que ofrecerá al público sus resultados el 7 de julio, en el exterior del museo.

Flesh 174, una pieza que se inicia como un solo de danza pero que la bailarina transforma en un diálogo permanente con otros elementos de la escena, desde una proyección de vídeo hasta un títere de tamaño natural, hace referencia a la altura del cuerpo de Cristina Andreu. "Estos 174 centímetros de cuerpo que constituyen el más grandioso de los templos", apunta la autora de una pieza cargada de energía y comunicación. La obra culmina un programa de danza en el que han participado coreógrafos de la talla de Cesc Gelabert, La Ribot, o Julie Dossavi. Flesh 174 se representa el sábado 16 a las 20.00.

Cristina Andreu creó en 1994 la compañía La sonrisa de Caín con el fin de reunir a profesionales de la danza que trabajaran en la construcción de nuevas formas en la danza contemporánea, a partir de nuevos códigos de movimiento, lenguajes expresivos y valores estéticos. Esta búsqueda se ha plasmado desde entonces en seis montajes distintos en los que la compañía ha ido perfilando su personalidad: gran capacidad comunicativa, ausencia de ornamento, creatividad en los intérpretes y ante todo una estética que aproxima la danza a los valores de la creación contemporánea.

Con Flesh 174, Cristina Andreu apuesta por una coreografía en la que el peso recae sobre todo en el aspecto visual. Aunque actúa sola en el escenario, la pieza no es en realidad un monólogo, puesto que Andreu dialoga permanentemente con su cuerpo, esos 174 centímetros a los que hace referencia el título de la obra, así como con distintos elementos en escena, mientras se proyecta un vídeo realizado por Raúl León, en una escenografía dominada por un camastro.

La música esquemática de David Alarcón y Joan Martínez y los textos de Godofredo Chillida recitados de manera aislada por la bailarina ayudan a crear un clima cargado de energía y de comunicación.

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