Entrevista:Josep Cabré | Pera y manzana

"La reforma discrimina los productos mediterráneos"

Josep Cabré, de 31 años, gestiona con su padre en Alpicat, cerca de Lleida, una explotación frutícola familiar de 35 hectáreas. Del Consejo de Agricultura de la Comisión Europea no espera subvenciones por producir pera, melocotón, manzana y nectarina, pues nunca las ha habido para este sector, sino que lo reclama es que su trabajo de agricultor se vea valorado y que en situaciones de crisis por exceso de oferta no tenga que vender la fruta por debajo del coste de producción.

Asegura que el sector de la fruta se opone a las medidas que plantea la reforma que se debate en Bruselas porque ...

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Josep Cabré, de 31 años, gestiona con su padre en Alpicat, cerca de Lleida, una explotación frutícola familiar de 35 hectáreas. Del Consejo de Agricultura de la Comisión Europea no espera subvenciones por producir pera, melocotón, manzana y nectarina, pues nunca las ha habido para este sector, sino que lo reclama es que su trabajo de agricultor se vea valorado y que en situaciones de crisis por exceso de oferta no tenga que vender la fruta por debajo del coste de producción.

Asegura que el sector de la fruta se opone a las medidas que plantea la reforma que se debate en Bruselas porque no prevé instrumentos para gestionar situaciones de crisis, ni un control exhaustivo a las importaciones de fruta procedentes de países terceros. "Es una reforma que deja al productor totalmente desamparado y discrimina los cultivos mediterráneos en favor de los productos nórdicos", señala.

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Este agricultor leridano considera que las medidas que propone Bruselas significan un retroceso para el sector. Excepto las variedades que van destinadas a la transformación, "la fruta va al mercado y no recibe ninguna de ayuda". "Lo único que puede provocar esta reforma", añade Cabré, "es una inestabilidad de mercados porque no contribuye a regular oferta y demanda".

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