Un sector de los nacionalistas, reacio a pactar con Orozco

El candidato socialista para continuar al frente de la alcaldía de Lugo, Xosé López Orozco, no dará ningún paso en las negociaciones hasta que mañana se firme el acuerdo global entre PSdeG y BNG. De momento, la posibilidad de un gobierno en minoría cobra fuerza. A Orozco no le importaría, y el sector dominante del Bloque, la UPG, es lo que desea.

"El lunes, en cuanto se firme el pacto, cogeré el teléfono para llamar al BNG y al PP", explicó Orozco a través de su responsable de prensa. El candidato socialista siempre sostuvo que al PP, con nueve concejales, también hay que tenerlo en cue...

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El candidato socialista para continuar al frente de la alcaldía de Lugo, Xosé López Orozco, no dará ningún paso en las negociaciones hasta que mañana se firme el acuerdo global entre PSdeG y BNG. De momento, la posibilidad de un gobierno en minoría cobra fuerza. A Orozco no le importaría, y el sector dominante del Bloque, la UPG, es lo que desea.

"El lunes, en cuanto se firme el pacto, cogeré el teléfono para llamar al BNG y al PP", explicó Orozco a través de su responsable de prensa. El candidato socialista siempre sostuvo que al PP, con nueve concejales, también hay que tenerlo en cuenta. De todas formas, la posibilidad de un entendimiento en Lugo no aparece nada clara. A las reticencias del propio Orozco se suman las de una parte del BNG. Fuentes de la organización frentista confirmaron que el sector de la UPG no quiere saber nada de formar gobierno. Las reticencias a que el socialista pueda rentabilizar a su favor, como entienden que sucedió en 1999, un Ejecutivo de coalición y el hecho de que el candidato del Bloque, Xosé Anxo Laxe, pertenezca a Esquerda Nacionalista son factores que desde el núcleo dominante en el BNG no se ven con buenos ojos.

Riesgo de rebeliones

Al margen de lo que ocurra en las ciudades, las direcciones del PSdeG y el BNG tendrán que esforzarse para convencer a sus grupos municipales de que respeten el compromiso de apoyarse mutuamente en aproximadamente una decena de ayuntamientos de toda Galicia. En la provincia de A Coruña, los nacionalistas han mostrado enormes reservas a apoyar a los candidatos socialistas en Vimianzo, Corcubión, Muros y Porto do Son, mientras el PSdeG ya ha anunciado que no respaldará al BNG en Mugardos.

En Pontevedra, el municipio más conflictivo es Poio, donde los nacionalistas han perdido la mayoría absoluta y necesitan ahora los votos del PSdeG, muy enfrentado al regidor. Las fricciones en Ourense se concentran en O Carballiño, en ese caso con los papeles cambiados: el BNG, que recibió incluso una oferta de pacto del PP, repitió durante la campaña que no gobernaría con los socialistas, los más votados.

En Lugo son Chantada y As Nogais los municipios en los que se vislumbran más dificultades. En Chantada, el PSdeG obtuvo, con un ex militante del BNG, cuatro concejales por tres de los nacionalistas; sin embargo, estos últimos exigen la alcaldía como punto de partida en las negociaciones. En As Nogais, el PSdeG perdió la mayoría absoluta y teme que el PP brinde su apoyo al Bloque debido a los conflictos personales en la corporación.

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