Uralita invertirá 130 millones de euros en construir nuevas fábricas en Rusia

En una zona que en invierno alcanza los 35 grados bajo cero y donde el precio del gas se ha más que duplicado en cuatro años, los aislantes de las casas son cada vez más importantes. El grupo valenciano Uralita se ha dado cuenta, y apunta a este sector como su negocio con más futuro; y a Europa del Este como el mercado en el que piensa centrarse a medio plazo.

Bajo un sol que nadie esperaba encontrarse en Rusia, el presidente de Uralita, Javier Serratosa, colocó ayer la piedra sobre la que se construirá la tercera fábrica que Ursa, división de aislantes del grupo, tiene en el país.
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En una zona que en invierno alcanza los 35 grados bajo cero y donde el precio del gas se ha más que duplicado en cuatro años, los aislantes de las casas son cada vez más importantes. El grupo valenciano Uralita se ha dado cuenta, y apunta a este sector como su negocio con más futuro; y a Europa del Este como el mercado en el que piensa centrarse a medio plazo.

Bajo un sol que nadie esperaba encontrarse en Rusia, el presidente de Uralita, Javier Serratosa, colocó ayer la piedra sobre la que se construirá la tercera fábrica que Ursa, división de aislantes del grupo, tiene en el país.

Se levantará justo al lado de otra planta de Uralita en la ciudad de Serpuchov, a 70 kilómetros de Moscú. Serratosa, el embajador español en la capital rusa y dos dirigentes locales se pusieron sobre sus trajes y corbatas guantes y utensilios de trabajo para escenificar con cemento y ladrillos la construcción de la nueva planta. A su alrededor, volaban decenas de globos blancos, azules y rojos, los colores de la bandera nacional.

Dentro de los planes de expansión de Ursa -que significa osa en latín-, Serratosa planea gastarse en los próximos dos años y medio 130 millones de euros. Además de la planta de Serpuchov, que costará 19 millones, y la ya realizada en Ucrania, con un presupuesto de 90 millones, el directivo valenciano anunció que su grupo planea levantar otras "dos o tres" en los próximos cinco años para completar la red de la que disponen en Europa del Este y Federación Rusa. "Nuestra mercancía recorre ahora los casi 7.000 kilómetros que separan Moscú de Vladivostok en tren", dijo Serratosa.

Una vez allí, Ursa planea dar el salto a Turquía, desde donde podría penetrar en Oriente Medio. Y ya más a largo plazo, quiere pasar a la conquista de los mercados de India y China. Serratosa, cuya familia posee el 43% de Uralita, no fijó los plazos para esta expansión, pero sí dejó clara la vocación del grupo de ser una "empresa global".

Tras las dificultades con las que se encontró el año pasado para hacerse con una fábrica en Finlandia, el grupo negocia ahora la adquisición de otra planta de aislantes que permita a Ursa consolidar su posición de liderazgo en países como Rusia, Polonia, Rumania. "No puedo adelantar de qué empresa se trata, pero será una operación importante", adelantó el directivo.

En el mercado europeo, los dos productos que fabrica Ursa ocupan la segunda plaza de cuota de mercado. La división de aislantes de Uralita, con un volumen de negocios cercano a los 500 millones de euros, representa la mitad de las cifras totales del grupo.

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