Manuel Suárez | Presidente de EADS-CASA

Un hombre de la CASA

A sus 43 años, Carlos Suárez va a tomar las riendas de una de las pocas empresas españolas que destacan internacionalmente en el ámbito de las tecnologías más avanzadas. Heredera de Construcciones Aeronáuticas, en la filial española del grupo aeroespacial europeo EADS ha recaído el peso de la división militar de los aviones de transporte militar, el A-400M que se ensambla en Sevilla y la transformación del Airbus-330 para convertirlo en cisterna que se realiza en Getafe. Una división que sin embargo tiene su sede central en Toulouse, por lo que dimitió el entonces presidente Alberto Fernández ...

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A sus 43 años, Carlos Suárez va a tomar las riendas de una de las pocas empresas españolas que destacan internacionalmente en el ámbito de las tecnologías más avanzadas. Heredera de Construcciones Aeronáuticas, en la filial española del grupo aeroespacial europeo EADS ha recaído el peso de la división militar de los aviones de transporte militar, el A-400M que se ensambla en Sevilla y la transformación del Airbus-330 para convertirlo en cisterna que se realiza en Getafe. Una división que sin embargo tiene su sede central en Toulouse, por lo que dimitió el entonces presidente Alberto Fernández y al que sustituyó inesperadamente hace cinco años Francisco Fernández, que se despide también por sorpresa al recortarse su mandato con esta sustitución rejuvenecedora al amparo de los reajustes provocados por la crisis de Airbus.

Carlos Suárez, ingeniero aeronáutico como mandan los cánones y pulido con un máster en dirección de empresas del IESE, se incorporó a CASA en 1989 y ha desarrollado casi toda su carrera profesional precisamente en el ámbito de los derivados militares de Airbus. Entre los programas que ha dirigido destacan el de los aviones multimisión, MRTT (Multi Role Tanker Trasnport), y el ARBS (Air Refueling Boom System), sistema de abastecimiento en vuelo.

Ha tratado de vender el A-400M y aviones cisterna derivados del A-330 a lo largo y ancho de todo el mundo, desde donde ha seguido los vaivenes de su Sporting de Gijón. No puede disimular una especial sensibilidad ante la rivalidad con sus competidores americanos (Boeing), con los que se encuentra en múltiples frentes y para lo que probablemente se entrene manteniendo la respiración, una práctica a la que está habituado en sus escasos periodos de vacaciones practicando la pesca submarina.

Hasta el próximo 1 de julio, fecha en que asumirá el cargo, ha decidido mantenerse al margen del mismo, al menos públicamente. A partir de ese momento va a necesitar mucho fuelle (el ciclismo es otra de sus aficiones) para controlar los mandos de una empresa muy peculiar, como es EADS-CASA, con una plantilla que se verá reducida próximamente en más de 400 empleados y que deberá defender con uñas y dientes uno de sus principales activos, como es la fabricación de componentes de fibra de carbono para los principales proyectos de Airbus. Como aficionado a la música clásica tendrá que dirigir una gran orquesta con alguna sección problemática.

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