Reportaje:

Las reinas de Wall Street

La clasificación de empresas de 'Fortune' incluye a mujeres muy poderosas

Las mujeres siguen abriéndose camino en el universo corporativo estadounidense. Angela Braly es la reina entre las reinas de Wall Street. Su reto es llevar las riendas de un gigante en el negocio asegurador que factura 56.950 millones de dólares anuales. La presidenta ejecutiva de WellPoint no está sola en lo más alto. Junto a ella hay otras 13 ejecutivas de élite, sin vértigo alguno, dispuestas a demostrar que nada tienen que envidiar a los hombres.

WellPoint ocupa el puesto 35º en el ranking que cada primavera publica la revista Fortune con las 500 empresas cotizadas más...

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Las mujeres siguen abriéndose camino en el universo corporativo estadounidense. Angela Braly es la reina entre las reinas de Wall Street. Su reto es llevar las riendas de un gigante en el negocio asegurador que factura 56.950 millones de dólares anuales. La presidenta ejecutiva de WellPoint no está sola en lo más alto. Junto a ella hay otras 13 ejecutivas de élite, sin vértigo alguno, dispuestas a demostrar que nada tienen que envidiar a los hombres.

WellPoint ocupa el puesto 35º en el ranking que cada primavera publica la revista Fortune con las 500 empresas cotizadas más poderosas en Estados Unidos. Braly, como sus colegas, posee ese gen especial para los negocios, que le permite tomar decisiones estratégicas clave sin que le tiemble el pulso. Era la mano derecha del consejero delegado en funciones de la firma financiera, Larry Glasscock. Su ascenso se anunció hace dos meses, pero no será hasta el próximo 1 de junio cuando tome el timón.

Le sigue Patricia Woertz, presidenta ejecutiva de Archer Daniels Midland, la compañía más potente del mundo en el sector agrícola, que ocupa el puesto 59º entre las corporaciones más grandes en Estados Unidos. Su conocimiento de la industria energética, tras su paso por Chevron, le viene como anillo al dedo para sacar tajada del entusiasmo que rodea al etanol, el biocombustible del que se espera reduzca la fuerte dependencia al petróleo. Como dice Fortune, "el paso de los campos petroleros a los de maíz no es accidental".

Tampoco fue casual el ascenso de Indra Nooyi a la presidencia ejecutiva de PepsiCo, lo que le convirtió en la primera mujer en dirigir la compañía. Nooyi fue la artífice de la transformación de la imagen de la marca, hacia una más saludable, y su piel cobriza le convierte en el póster perfecto de las heroínas de la globalización en el mundo empresarial.

Detrás de Nooyi podría incluirse a Irene Rosenfeld, consejera delegada de Kraft y antigua responsable de la división Frito-Lay en PepsiCo. El nombre de esta brillante ejecutiva no aparece en el último ranking de Fortune, porque la compañía que capitanea acaba de desprenderse del conglomerado Altria. También de la incubadora de PepsiCo llega Brenda Barnes, presidenta ejecutiva de Sara Lee, la 125ª compañía más poderosa en Estados Unidos. Carol Meyrowitz, máxima responsable de la cadena de grandes almacenes TJ Maxx y Marshall, es la quinta reina en la última lista del Fortune 500. Le siguen Mary Sammons, presidenta ejecutiva de las parafarmacias Rite Aid, una de las compañías cotizadas más rentables en Wall Street; Anne Mulcahy, en Xerox; y Patricia Russo, consejera delegada de la tecnológica Luncet, ahora fusionada con la francesa Alcatel.

La mejor pagada es Andrea Jung, presidenta ejecutiva de Avon, con 13,3 millones de dólares anuales. La asiática supera los 10,7 millones de Mulcahy y los 9,4 millones de Nooyi. La exclusiva lista de ejecutivas la completan Susan Ivey (Reynolds American), Paula Rosput (Safeco), Margaret Whitman (eBay) y Christina Gold (Western Union). Todas ellas tienen una edad media que ronda los 50 años y sus nóminas superan fácilmente el millón de dólares. Ahí también luchan por equipararse a sus iguales varones.

Indra Nooyi, presidenta ejecutiva de PepsiCo.ASSOCIATED PRESS

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