Un retraso atribuido a problemas de agenda reiterados

"Problemas de agenda", de naturaleza evidentemente recurrente, han sido la causa oficial del aplazamiento de la visita de Condoleezza Rice a Madrid, hasta ahora en tres ocasiones, desde el pasado otoño. Pero el carácter problemático de las relaciones entre la secretaria de Estado y el ministro Miguel Ángel Moratinos, su principal interlocutor español, tiene un origen más remoto.

Probablemente, Moratinos no olvidará -de hecho, lo recuerda con frecuencia- el día de abril de 2004 en que se entrevistó por primera vez con su homóloga de hoy, que entonces desempeñaba la función de Consejera N...

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"Problemas de agenda", de naturaleza evidentemente recurrente, han sido la causa oficial del aplazamiento de la visita de Condoleezza Rice a Madrid, hasta ahora en tres ocasiones, desde el pasado otoño. Pero el carácter problemático de las relaciones entre la secretaria de Estado y el ministro Miguel Ángel Moratinos, su principal interlocutor español, tiene un origen más remoto.

Probablemente, Moratinos no olvidará -de hecho, lo recuerda con frecuencia- el día de abril de 2004 en que se entrevistó por primera vez con su homóloga de hoy, que entonces desempeñaba la función de Consejera Nacional de Seguridad de Bush. El ministro viajó a Washington, nada más tomar posesión, para explicar la retirada de Irak. No era un plato de gusto. La entrevista con el secretario de Estado, Colin Powell, fue correcta, amable dentro de la tensión del momento. La de la consejera debió de ser un infierno. Rice sacó su mal carácter, Moratinos defendió sus argumentos y aguantó el chaparrón, pero no salió contento.

Un año después el español volvió a Washington para ver a Condoleezza, ya como secretaria de Estado. El encuentro fue correcto, pero tampoco cordial. Rice no bajó a la entrada de su Ministerio para recibir ni despedir al ministro. El clima mejoró en una tercera cita y se distendió plenamente poco antes del pasado verano, de nuevo en Washington, cuando un comunicado conjunto vino a despejar cualquier duda sobre la normalidad y la solidez de las relaciones bilaterales. Allí mismo, Moratinos anunció que la secretaria de Estado vendría a Madrid el pasado septiembre.

El otoño fue pasando, se habló luego de noviembre y hasta de finales de año, sin que llegara Rice. Exteriores explicaba siempre algún problema de agenda que impedía el traslado. Finalmente, se barajaron las fechas del 27 de enero de 2007. Rice hubiera venido a Madrid, en tránsito hacia una cumbre de la OTAN en Bruselas.

Pero a última hora se convocó otra reunión en París y la secretaria de Estado canceló el proyecto. Moratinos no podía ir a Bruselas, porque el mismo día había convocado en Madrid una cumbre ministerial de apoyo a la Constitución europea. Los dos ministros se vieron en Bruselas, y acordaron que la visita de Rice a Madrid sería a finales de marzo. Se fijaron las fechas del 28 y 29, pero el español recibió a primeros de mes una llamada de su interlocutora comunicándole que había sido citada para esas fechas por el Congreso de Estados Unidos. En Exteriores se dice que Rice vendrá ahora a Madrid, "con toda la seguridad que es humanamente previsible".

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