MIRADOR

La llama de la discordia

China quiere que los Juegos Olímpicos de Pekín se desarrollen en un clima de armonía. A día de hoy no parece fácil que lo consiga. Antes tendrá que resolver con Taiwan un contencioso sobre el recorrido de la llama olímpica. La antorcha corre el riesgo de convertirse en el fuego de la discordia después de que Taipei se haya negado a que ésta sea llevada desde la isla a Hong Kong por considerar que eso le coloca como parte del trazado nacional de la República Popular y menoscaba su soberanía, que Pekín jamás ha reconocido.

El Gobierno taiwanés exige que la antorcha entre en su territorio ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

China quiere que los Juegos Olímpicos de Pekín se desarrollen en un clima de armonía. A día de hoy no parece fácil que lo consiga. Antes tendrá que resolver con Taiwan un contencioso sobre el recorrido de la llama olímpica. La antorcha corre el riesgo de convertirse en el fuego de la discordia después de que Taipei se haya negado a que ésta sea llevada desde la isla a Hong Kong por considerar que eso le coloca como parte del trazado nacional de la República Popular y menoscaba su soberanía, que Pekín jamás ha reconocido.

El Gobierno taiwanés exige que la antorcha entre en su territorio por un país tercero (en teoría procederá de Vietnam) y salga por un cuarto. El asunto no tiene en principio una fácil solución, aun cuando la marcha no comenzará hasta el 25 de marzo de 2008. Modificar la ruta significaría el reconocimiento por las autoridades comunistas chinas que Taiwan no forma parte de su nación. La isla, que tiene una población de 23 millones, es considerada como una provincia rebelde desde que se refugiaron los nacionalistas de Chiang Kai Shek tras el triunfo de Mao en 1949. Pekín siempre ha defendido la teoría de dos sistemas y un solo país, pero ha advertido que cualquier intento de independencia tendrá como respuesta la ocupación militar de la isla.

El gesto de Taipei huele bastante a electoralismo debido a las elecciones legislativas previstas para finales de año y las presidenciales del año que viene. El Comité Olímpico taiwanés aceptó en un primer momento la ruta, pero luego cambió de opinión. El actual presidente, Chen Shui Bian, y el gobernante Partido Progresista Democrático saben que aceptar sin más el plan chino les costaría no pocos votos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En