Análisis:A LA PARRILLA

Monosílabos

Hace unos días, en Tengo una pregunta para usted (TVE), el presidente Rodríguez Zapatero utilizó el tuteo para dirigirse a los ciudadanos reconvertidos en interrogadores. El martes, en Antena 3, y por coherencia, también recurrió al tuteo para dialogar con Gloria Lomana, Alfredo Urdaci y Juan Pedro Valentín. Se trata de un tuteo paranormal, distinto al que se practica en Los Serrano (Tele 5), ya que, en lugar de acercar, distancia, probablemente porque el estilo disgresivo de Zapatero contiene un mecanismo de dispersión letal para sus interlocutores: por más que intentes concentr...

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Hace unos días, en Tengo una pregunta para usted (TVE), el presidente Rodríguez Zapatero utilizó el tuteo para dirigirse a los ciudadanos reconvertidos en interrogadores. El martes, en Antena 3, y por coherencia, también recurrió al tuteo para dialogar con Gloria Lomana, Alfredo Urdaci y Juan Pedro Valentín. Se trata de un tuteo paranormal, distinto al que se practica en Los Serrano (Tele 5), ya que, en lugar de acercar, distancia, probablemente porque el estilo disgresivo de Zapatero contiene un mecanismo de dispersión letal para sus interlocutores: por más que intentes concentrarte en sus explicaciones, acabas perdiendo el hilo. Mirarle fijamente a los ojos tampoco resuelve el problema, y eso explica que al perspicaz Valentín le costara tanto dejar de parpadear para enfrentarse a la mirada del presidente y que pusiera la misma cara que ponía Mowgly cuando, en El libro de la selva, la serpiente Ka intenta convencerle de que se marche con la preciosa chica del cántaro.

Otra obsesión de esta clase de encuentros entre poderes competitivos, que suman la grandilocuencia de la política a la del periodismo, es la brevedad. "Le ruego brevedad en las respuestas", le dijo Lomana a Zapatero, y para no parecer gremialista y tendenciosa, tuvo el detalle de aplicarle el cuento a Urdaci, que gasta un estilo de preguntas muy cercano al onanismo. "Más corto, Alfredo", insistía Lomana, consciente de que, de un momento a otro, Urdaci podría hacerse la pregunta encima y dejarlo todo perdido. Incapaces de lidiar con la falta de brevedad, al final tuvieron que enfrentarse a ese momento de impotencia profesional tan común en radios y televisiones: el tiempo se les echó encima. Cuando esto ocurre, al moderador le entra el pánico y recurre a fórmulas casi ofensivas para el entrevistado, como por ejemplo: "Contésteme con un monosílabo". En estos casos, dan ganas de responder: "Sólo le responderé con un monosílabo si usted me pregunta con un monosílabo".

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