El Banco Mundial aplaza las conclusiones de la investigación sobre su presidente, Paul Wolfowitz

El Banco Mundial público ayer más de un centenar de documentos relacionados con el escándalo que tiene en la cuerda floja a su presidente, Paul Wolfowitz. En ellos se muestra que el ascenso y aumento salarial que se concedió a su pareja sentimental, Shaha Riza, fue una decisión personal suya. El consejo de gobierno del organismo evita llegar a una conclusión final, aunque asegura que actuará pronto, mientras crece la incertidumbre sobre el futuro de Wolfowitz en el cargo.

Los 24 miembros que integran el órgano directivo del Banco Mundial analizaron la pasada madrugada la documentación r...

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El Banco Mundial público ayer más de un centenar de documentos relacionados con el escándalo que tiene en la cuerda floja a su presidente, Paul Wolfowitz. En ellos se muestra que el ascenso y aumento salarial que se concedió a su pareja sentimental, Shaha Riza, fue una decisión personal suya. El consejo de gobierno del organismo evita llegar a una conclusión final, aunque asegura que actuará pronto, mientras crece la incertidumbre sobre el futuro de Wolfowitz en el cargo.

Los 24 miembros que integran el órgano directivo del Banco Mundial analizaron la pasada madrugada la documentación recopilada por un grupo especial de investigación, creado el pasado 6 de abril para determinar hasta qué punto Riza gozó de un trato preferente. En este sentido, se explica que Wolfowitz comunicó al consejo ejecutivo un caso de conflicto de interés con una funcionaria y solicitó directrices al comité ético.

Riza envió una carta al comité de ética el 9 de abril en la que declara haber sido "víctima" por aceptar un acuerdo al que se opuso inicialmente. En el documento, que se hizo público ayer, la novia de Wolfowitz asegura que el presidente de la institución "intentó evitar cualquier conflicto potencial".

El presidente recibió consejos de carácter "informal" por parte del comité para que Riza fuera trasladada a un puesto que estuviera lejos de su influencia o transferida fuera de la institución. Ahí se precisa que debía ser compensada por el trastorno que este cambio podía suponer para su carrera en el Banco Mundial, donde llevaba trabajando ocho años antes de ser enviada al Departamento de Estado de EE UU.

El consejo ejecutivo aclara que nunca estuvo involucrado en la operativa que acabó en la promoción de la pareja del presidente. Es más, precisa que nunca se le comentó los términos ni las condiciones de ese acuerdo, que tampoco fue revisado por el comité ético. El único que estaba al corriente de estos detalles era el vicepresidente de Recursos Humanos, el español Xavier Coll, al que Paul Wolfowitz dirigió una nota explicativa.

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