La policía investiga si agentes de paisano robaron a inmigrantes chinos en Usera

La Dirección General de la Policía ha abierto una investigación para esclarecer si agentes de paisano han robado a una veintena de inmigrantes chinos, dueños y clientes de locales en Usera. Los afectados han presentado dos denuncias en la comisaría del distrito. En ellas aseguran que varios policías se apoderaron de unos 5.700 euros en efectivo en los registros y cacheos a las víctimas. En algunas ocasiones, los agentes acudían con compañeros uniformados que se quedaban fuera de los establecimientos, mientras los primeros procedían al presunto robo del dinero, según los denunciantes.

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La Dirección General de la Policía ha abierto una investigación para esclarecer si agentes de paisano han robado a una veintena de inmigrantes chinos, dueños y clientes de locales en Usera. Los afectados han presentado dos denuncias en la comisaría del distrito. En ellas aseguran que varios policías se apoderaron de unos 5.700 euros en efectivo en los registros y cacheos a las víctimas. En algunas ocasiones, los agentes acudían con compañeros uniformados que se quedaban fuera de los establecimientos, mientras los primeros procedían al presunto robo del dinero, según los denunciantes.

Unos veinte inmigrantes chinos (clientes y dueños de dos restaurantes, una tienda de té y un negocio de Internet) han acusado a agentes del distrito de Usera de haberles robado dinero durante varias intervenciones policiales en los meses de febrero y marzo, según informó ayer El Mundo. Acusan en concreto a dos policías. Aseguran que siempre actuaban de paisano, aunque en ocasiones apoyados por agentes uniformados que se quedaban fuera del negocio.

El montante de los robos denunciados asciende a 5.700 euros. Según los denunciantes, los dos agentes de paisano les sustrajeron esa cantidad durante los registros y los cacheos a que fueron sometidos. Aseguran que los funcionarios se quedaban con el dinero que los inmigrantes llevaban en las carteras. Los agentes acudían a los locales de noche y los fines de semana, bajo la apariencia de un inspección rutinaria. Siempre exigían a gritos a los dueños y los clientes que se mantuvieran en silencio, cuando éstos les pedían explicaciones acerca del motivo de la inspección, aseguran los denunciantes. Los afectados pensaron que se trataba de ladrones con falsas placas de policía y vestidos con ropa de calle, pero tras un robo el pasado 2 de marzo, llegaron a la conclusión de que se habían equivocado: en la puerta había policías uniformados.

Fuentes del caso explicaron ayer que la primera denuncia llegó hace un mes en la comisaría de Usera, y la segunda, esta semana. Ambas han sido remitidas al juzgado, que ha ordenado a la policía investigar lo ocurrido. En paralelo, la Unidad de Asuntos Internos de la Dirección General de la Policía ha abierto otra investigación en la que ya se ha interrogado a los funcionarios que estaban de servicio durante los robos. A tenor de las primeras pesquisas, los agentes presuntamente implicados no pertenecen a la comisaría de Usera ni a la Brigada de Seguridad Ciudadana.