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Minoristas boyantes

El negocio bancario minorista pasa por un buen momento en España, como puede observarse en los resultados de las entidades más representativas en nuestro país de ese tipo de negocio, las cajas de ahorros, que han sido las primeras en dar a conocer el comportamiento agregado de su sector en 2006. El beneficio después de impuestos se disparó un 48%, sustentado en el incremento de actividad, los dividendos recibidos y un año proclive a la realización de plusvalías, que han traído como consecuencia un fuerte crecimiento de los extraordinarios.

A diferencia de años anteriores, observamos cre...

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El negocio bancario minorista pasa por un buen momento en España, como puede observarse en los resultados de las entidades más representativas en nuestro país de ese tipo de negocio, las cajas de ahorros, que han sido las primeras en dar a conocer el comportamiento agregado de su sector en 2006. El beneficio después de impuestos se disparó un 48%, sustentado en el incremento de actividad, los dividendos recibidos y un año proclive a la realización de plusvalías, que han traído como consecuencia un fuerte crecimiento de los extraordinarios.

A diferencia de años anteriores, observamos crecimientos de doble dígito en el margen de intermediación, y un mejor comportamiento del margen ordinario, gracias a las operaciones financieras. Ha sido relevante la fuerte contención en los gastos de explotación, que crecieron ligeramente por encima del 5%.

El beneficio después de impuestos de las cajas de ahorros españolas se disparó un 48% durante el ejercicio de 2006

Respecto del negocio, la inversión crediticia sigue creciendo a tasas elevadas, cercanas al 28%, con el crédito hipotecario algo por encima. Para 2007, el reto será promover e intensificar un cambio en este mix de negocio a favor de las pymes y el crédito al consumo, que compensen la previsible reducción de la demanda hipotecaria. En cuanto a captación de recursos, los depósitos crecieron al 25%, apoyados en los formalizados a plazo, que, con la subida de tipos y la reforma fiscal, experimentaron crecimientos superiores.

El buen año ha tenido su reflejo en los principales ratios, con elevadas rentabilidades e importante mejora de la eficiencia, con un peso de los gastos de explotación que desciende hasta el 50,6% del margen ordinario. Por su parte, la morosidad sigue en mínimos, si bien, el cambio de ciclo ya hace que algunas entidades esperen leves repuntes de la misma para este año.

Todo esto permite a las cajas consolidar su dominio del negocio bancario minorista en España, con la captación de casi el 50% de los recursos ajenos y la concesión de más de la mitad del crédito hipotecario.

M. A. Cabello Ortega y F. J. Valero López son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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