Rajoy respalda a Zaplana y a Acebes: "No tengo intención de quitar a nadie"

"Lo importante es construir la alternativa", afirma el líder del PP

En los últimos meses, Mariano Rajoy ha chocado en varias ocasiones con Eduardo Zaplana, y le ha desautorizado en público dos veces. Sin embargo, ayer, ante las críticas que le llueven al portavoz parlamentario dentro y fuera del partido, el líder decidió darle un espaldarazo en una reunión interna con los diputados: "Aquí hay una dirección que tiene sentido común. Quien quiere seguir en política, lo razonable es que siga. No tengo intención de quitar a nadie". La mayoría entendía que se refería a Zaplana y algo menos a Ángel Acebes, los más cuestionados.

Rajoy se reunió ayer inesperadam...

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En los últimos meses, Mariano Rajoy ha chocado en varias ocasiones con Eduardo Zaplana, y le ha desautorizado en público dos veces. Sin embargo, ayer, ante las críticas que le llueven al portavoz parlamentario dentro y fuera del partido, el líder decidió darle un espaldarazo en una reunión interna con los diputados: "Aquí hay una dirección que tiene sentido común. Quien quiere seguir en política, lo razonable es que siga. No tengo intención de quitar a nadie". La mayoría entendía que se refería a Zaplana y algo menos a Ángel Acebes, los más cuestionados.

Rajoy se reunió ayer inesperadamente con los suyos -estaba previsto que no acudiera al plenario del Grupo Parlamentario-, con una escenografía elocuente: Acebes a un lado, Zaplana al otro. Y se dedicó a lanzar un mensaje claro que luego explicó públicamente: "Debemos seguir haciendo oposición. Pero lo importante en los próximos meses es decir a los españoles cuál es nuestra alternativa. Debemos construir esa alternativa, ser capaces de presentar un proyecto a todos los españoles. Tenemos altas probabilidades de ganar".

Rajoy dedicó a este asunto la mayor parte de su discurso interno, pero se guardó para el final un mensaje muy relevante. El PP tiene previsto para octubre su congreso ordinario, que celebra cada tres años -aunque podría retrasarse en función de las necesidades y sobre todo de los resultados de las municipales y autonómicas-. Ante esa realidad, los dirigentes mueven sus fichas. Y muchos hablan en privado de renovación, de cambiar de caras, y sobre todo critican a Zaplana, que tiene muchos enemigos internos, muchos más que Acebes. Rajoy quiso lanzar un mensaje de calma y refrendar a sus números dos y tres.

Este aviso a navegantes, según varios de los presentes, se resume textualmente así: "Hay mucha gente que habla por ahí. Nadie se arrepiente de lo que no dice. Llevo 25 años en política. Y algo he aprendido. Sé que no se ganan amigos por las vías de la sustitución. El PP hace lo que le conviene al partido. Agradezco todas las opiniones, pero el único patrimonio es mi independencia de todos, salvo del partido. Yo ignoro de dónde salen las cosas que se publican. Aquí hay una dirección que tiene sentido común. Quien quiere seguir en política lo razonable es que siga. No tengo intención de quitar a nadie. Este no es un tema de nombres. Yo cuento con todos".

Rajoy respondía así a las reclamaciones que le hacen desde medios influyentes en el PP, especialmente el periódico Abc, para que cambie las caras más visibles de su partido en el próximo congreso. Aun así, en la rueda de prensa posterior, el líder dejó en evidencia las diferencias que sigue manteniendo con Zaplana. Al ser preguntado por el 11-M, se limitó a hablar del "respeto a la justicia", mientras el portavoz siempre hace largas disertaciones que animan la teoría conspirativa. "Las cosas no están tan claras como decía la fiscal del caso", sentenció Zaplana la semana pasada.

El líder se mostró muy optimista ante los suyos. "Tenemos una capacidad de influencia descomunal. Perdimos en 2004, y nadie daba un duro por nosotros, pero por méritos ajenos y también propios, este partido puede ahora ganar las elecciones".

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Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, en un pasillo del Congreso.CRISTÓBAL MANUEL

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