Detenido el proceso de degradación de la carga del mercante 'Ostedijk'

El Gobierno da "prácticamente por concluida" la emergencia

El complejo dispositivo organizado por el Gobierno para afrontar la emergencia del mercante holandés Ostedijk frente a la costa gallega dio sus frutos: el proceso de descomposición de parte de las 6.012 toneladas de fertilizantes está detenido gracias a los miles de litros de agua que, durante dos días, se insuflaron en la bodega afectada. La temperatura aún es elevada en un foco del interior del barco y se va a mantener un dispositivo de control hasta tener la certeza de que no se reproduzca la reacción química que degradó la carga.

El armador no podrá retomar el mando del barco...

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El complejo dispositivo organizado por el Gobierno para afrontar la emergencia del mercante holandés Ostedijk frente a la costa gallega dio sus frutos: el proceso de descomposición de parte de las 6.012 toneladas de fertilizantes está detenido gracias a los miles de litros de agua que, durante dos días, se insuflaron en la bodega afectada. La temperatura aún es elevada en un foco del interior del barco y se va a mantener un dispositivo de control hasta tener la certeza de que no se reproduzca la reacción química que degradó la carga.

El armador no podrá retomar el mando del barco y reemprender ruta hasta que existan todas las garantías de navegabilidad. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, dieron anoche en A Coruña por "prácticamente concluido" la situación de emergencia que comenzó hace una semana frente a las costas gallegas. "Las decisiones resultaron acertadas, es un buen final", se congratuló la responsable de la Administración marítima.

La casa armadora, la holandesa Navigia Shipmanagement, apura los trámites para conseguir ahora los dos certificados que el Gobierno le exige para poder mover el barco, fondeado ahora al noroeste de la ría de Viveiro (Lugo): que garantice que el Ostedijk está en condiciones de navegar y que establezca el estado de la carga.

La Capitanía Marítima de A Coruña acordó con los representantes del armador que podrán retomar el mando del buque cuando su cargamento esté completamente inerte y no haya posibilidad alguna de que se reproduzca la reacción química que lo degradó, provocada supuestamente al entrar en contacto los fertilizantes almacenados, muy utilizados en las actividades agrícolas, con una tubería de fuel que atraviesa la bodega afectada.

Punto de atraque

La ministra insistió ayer en que el barco no se moverá sin garantías. El dueño del Ostedijk pretende continuar ruta, aunque sin especificar el destino, que inicialmente era Valencia. En el puerto de Viveiro está pedido para hoy un punto de atraque para un barco holandés. El gabinete de crisis, formado por Fomento y la Xunta, no descarta que se autorice al carguero, siempre y cuando se verifique antes que está en condiciones de navegar, a entrar en un puerto para reparar posibles daños.

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No obstante, su estructura, insistió ayer la directora de Salvamento Marítimo, Pilar Tejo, no se vio, de momento, afectada por las elevadas temperaturas que genera el proceso de descomposición de los fertilizantes. Sólo están deteriorados los que están almacenados en la bodega número dos del Ostedijk. El resto de su cargamento está intacto y en buenas condiciones.

Magdalena Álvarez, en sus extensas explicaciones del incidente que considera concluido con gran acierto, se explayó en sus felicitaciones a los funcionarios de Salvamento Marítimo, las tripulaciones de los barcos de apoyo y a los bomberos de A Coruña que corrieron riesgos para sofocar, a bordo del carguero holandés, los dos focos de descomposición.

Lo que más preocupaba, la temperatura, se ha reducido hasta 140 grados, en uno de los puntos de la bodega. Son 30 grados por debajo de la temperatura de riesgo, a partir de la cual, los componentes del fertilizante producen oxigeno que permite reactivar y retroalimentar en continuo la descomposición.

Salvamento Marítimo mantendrá hoy el dispositivo de control para verificar que no se reproduzca esa reacción química. Espera que en el plazo de 24 ó 48 horas, la descomposición esté ya definitivamente sofocada.

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