Cartas al director

Hipocresía francesa

Resultan muy conmovedoras las declaraciones del presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, cuando alude a lo perniciosas que fueron las consecuencias del descubrimiento de América por parte de Colón y los conquistadores que le sucedieron. Como abanderado de los derechos humanos, regalo de Francia al mundo, nos da una lección de historia y de ética. Merci monsieur le president. Quizá pudiera haber completado sus sabias declaraciones si, además de ponderar la presencia española en América, hubiera mencionado, aunque fuera de pasada, los desmanes de las tropas francesas en África...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Resultan muy conmovedoras las declaraciones del presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, cuando alude a lo perniciosas que fueron las consecuencias del descubrimiento de América por parte de Colón y los conquistadores que le sucedieron. Como abanderado de los derechos humanos, regalo de Francia al mundo, nos da una lección de historia y de ética. Merci monsieur le president. Quizá pudiera haber completado sus sabias declaraciones si, además de ponderar la presencia española en América, hubiera mencionado, aunque fuera de pasada, los desmanes de las tropas francesas en África (con la guerra de Argelia), Indochina, Oriente Próximo (acuerdos Sykes-Picot o la mayor mentira de la historia con las consecuencias que hoy podemos comprobar) o, incluso, en la propia España. Todo el mundo sabe que las tropas napoleónicas entraron en nuestro país para implantar pacíficamente el Código Civil y exportar su ilustrada cultura posrevolucionaria; lástima que los españoles fueran herederos de las hordas que arrasaron América y no lo entendieran así. Es la pertinaz doble vara de medir que siempre ha tenido Francia, la misma que hace muy poco vapuleaba a Bush en Naciones Unidas y, mientras tanto, desplegaba silenciosamente 5.000 soldados en Costa de Marfil para controlar la evolución de su ex colonia. Seguramente irían a exportar otro Código Civil, quién sabe. Qué hipocresía, qué cinismo y qué cara dura.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En