Guerra política a golpe de versos

En Horcajo de los Montes (Ciudad Real), todo el mundo recoge los papeles que encuentra en el suelo como si fuesen billetes de 100 euros. No lo hacen por dejar la calle más limpia, sino porque esperan una nueva acción de El Votante Arrepentío. Nadie sabe cómo se llama, dónde vive ni cuántos años tiene. Al menos eso dicen. Lo único claro es que se ha convertido en el personaje más famoso de esta localidad de 1.000 habitantes. La clave de su éxito es una serie de anónimos difundidos por las calles del pueblo que atacan sin compasión al alcalde empleando un método inusual en política: la po...

En Horcajo de los Montes (Ciudad Real), todo el mundo recoge los papeles que encuentra en el suelo como si fuesen billetes de 100 euros. No lo hacen por dejar la calle más limpia, sino porque esperan una nueva acción de El Votante Arrepentío. Nadie sabe cómo se llama, dónde vive ni cuántos años tiene. Al menos eso dicen. Lo único claro es que se ha convertido en el personaje más famoso de esta localidad de 1.000 habitantes. La clave de su éxito es una serie de anónimos difundidos por las calles del pueblo que atacan sin compasión al alcalde empleando un método inusual en política: la poesía.

El enigmático rapsoda lanzó su ópera prima el pasado mes de mayo: una copla de siete estrofas en las que acusaba al primer edil, Alfredo Prado (PP), de engatusar a los vecinos sobre las bondades de su gestión, y que concluía con la siguiente rima: "Déjate de tonterías, que me tienes aburrío, y ponte a trabajar en serio. Tu votante ¡arrepentío!". El PP contraatacó con otra copla, no tan ingeniosa, que difundió por el pueblo. Uno de sus versos decía: "Debe de ser gente dolida que no lograron lo que querían, ganar unas elecciones; tranquilos, llegará ese día".

Animado quizá por la réplica, El Votante Arrepentío siguió actuando. Pero al alcalde se le agotó el sentido del humor. Del tono ácido y burlesco se había pasado a insultos "flagrantes y evidentes". La quinta y última octavilla, que apareció en Navidad, le dedicaba estos calificativos: ridículo, mentiroso, falso, cínico, inmoral, patético, sin conciencia, malo, loco y holgazán.

Prado cogió el papel y se lo entregó al fiscal de la Audiencia Provincial, que decidió abrir diligencias para investigar el caso. El literato no se amedrentó y difundió un escrito dirigido al fiscal en el que prometía dejar de escribir folletines en cuanto el alcalde "empiece a gobernar y a tratar igual a todos, los que le han votado y los que no".

Lo cierto es que los versos satíricos han animado la vida en Horcajo. Sobre todo la de aquellos que no comulgan con la gestión del PP, ansiosos por desternillarse con la próxima obra de El Votante Arrepentío, como Petra. Trabaja en la farmacia del pueblo, es militante del PSOE "a mucha honra" y no deja pasar la oportunidad de colgar las coplas en los bares para que las pueda leer todo el mundo. A veces tiene que darse prisa, porque los partidarios del alcalde, "que son mayoría", se afanan en recogerlas del suelo hasta no dejar ni rastro.

A 15 metros de la farmacia se encuentra la papelería de Nuria, simpatizante del PP. Con ella está su suegro, Santos, que reconoce ser muy buen amigo del alcalde. Quieren que El Votante Arrepentío dé la cara. "Es un cobarde. Está bien criticar la gestión política, pero los insultos personales sobran", dice Santos. Su nuera zanja la discusión sobre si Prado se merece los ataques: "Es un buen alcalde, ha dado trabajo y ha dejado mucho dinero en el pueblo".

Cada vez que aparece una rima, por lo general de madrugada, los rumores sobre la identidad del poeta se convierten en la comidilla de Horcajo. Los simpatizantes socialistas creen que, en efecto, es un ex votante arrepentido del PP "muy cercano al alcalde", porque en las poesías hace referencia a su vida personal.

Prado, en cambio, está convencido de que los anónimos no tienen un autor, sino varios. "Es gente vinculada a la oposición, probablemente tres hombres y dos mujeres", concreta el edil, que remacha: "Son personas vagas, que no han trabajado en su vida y que quieren colocarse en el Ayuntamiento". A pesar de tenerlo tan claro, el alcalde prefiere no dar nombres y apellidos. "Yo no quiero meterme con nadie, el pueblo ya está bastante crispado".

Que la tensión va en aumento debe de ser lo único en lo que coinciden los habitantes de Horcajo. "La gente ya no se junta en los bares con los del otro partido, en un pueblo tan pequeño las críticas no se diluyen", asegura José Herrera, gerente de la mancomunidad que agrupa a los pueblos de la comarca. Es uno de los blancos del anónimo que acusa al alcalde de inventarse un puesto de trabajo para colocarle. Herrera niega cualquier trato de favor. "A ver si al final, con la tontería, vamos a acabar como en Fago [localidad de Huesca donde recientemente asesinaron al alcalde, del PP]".

La moda de los anónimos se ha extendido por la comarca. Fontanarejo, un pueblo de 400 habitantes muy cercano a Horcajo, también tiene su poeta. La única diferencia es que el destinatario de sus versos no es un alcalde, sino una alcaldesa.

A tres meses de las elecciones, nadie duda de que El Votante Arrepentío atacará de nuevo. Unos reirán sus gracias y otros seguirán indignados. Hay quien, sin embargo, no dedica ni un segundo a la batalla poética. Eulalio, que apura una copa en uno de los bares del pueblo, no ha leído ninguno de los anónimos. El ganado ocupa todo su tiempo. Le importa "un carajo" si critican o no al alcalde. "Cuando llegue la hora se votará y saldrá el mejor. Y si no, pues se cambia a los cuatro años. No hay más".

A pocos metros de él, en la puerta de los baños, cuelga un cartel que parece haberse hecho eco de todo lo que ocurre en Horcajo. De ahí que, de forma anónima, advierta a damas y caballeros: "Practiquen el juego limpio".