Una adolescente sufre agresiones de otros menores en la calle

Una adolescente de 15 años vecina de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès) lleva dos meses sin salir de casa por temor a que se repitan las agresiones que recibe desde octubre de 2005 por parte de un grupo de menores. En este tiempo, la familia de la chica ha puesto siete denuncias ante los Mossos d'Esquadra, seis por lesiones y una por amenazas, pero el primer juicio no se celebró hasta el pasado 5 de febrero.

La madre de la adolescente, Isabel Blanco, y el abogado de la familia, Josep Oriola, decidieron ayer dar a conocer esta situación a los medios de comunicación, porque se sienten ...

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Una adolescente de 15 años vecina de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès) lleva dos meses sin salir de casa por temor a que se repitan las agresiones que recibe desde octubre de 2005 por parte de un grupo de menores. En este tiempo, la familia de la chica ha puesto siete denuncias ante los Mossos d'Esquadra, seis por lesiones y una por amenazas, pero el primer juicio no se celebró hasta el pasado 5 de febrero.

La madre de la adolescente, Isabel Blanco, y el abogado de la familia, Josep Oriola, decidieron ayer dar a conocer esta situación a los medios de comunicación, porque se sienten desamparados ante la justicia. Hace más de un año, la menor discutió con un joven a la puerta de su instituto y éste le aseguró que avisaría a su familia para que le dieran una paliza. Aunque el joven dejó de estar implicado en el asunto a partir de entonces, la niña continuó recibiendo amenazas y palizas de otros chicos. A consecuencia de las agresiones, la menor ha sufrido lesiones cervicales, cortes y hematomas, además de necesitar atención psicológica. El grupo que la persigue varía en número, pero siempre está encabezado por dos hermanas gemelas que viven también en Santa Coloma.

El juicio del pasado día 5 todavía no tiene sentencia. Oriola reclama que el juez actúe como mediador y que se apliquen en el caso medidas policiales urgentes previas a la sentencia definitiva, como una orden de alejamiento o libertad vigilada para las agresoras. El abogado de la víctima espera que la Aadministración se implique y encuentre una solución lo antes posible. Teme que los hermanos mayores de la joven se tomen la justicia por su mano y que la situación actual se convierta en "una guerra de barrios". La familia de la niña no dispone de recursos económicos suficientes para cambiar de domicilio y solamente desea que todo acabe para que la joven pueda recuperar la normalidad.

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