Reportaje:

Ortopedia simbolista

Córdoba comienza a saldar su deuda con Pepe Espaliú con una exposición retrospectiva

Pepe Espaliú da vueltas alrededor del tronco de un árbol. Se desnuda prenda a prenda. Va dejando las ropas en la plataforma sobre la que camina hasta fabricar su nido. Fin. Y vuelta a empezar. Una enorme pantalla proyecta, una y otra vez, la videocreación que Espaliú elaboró en 1993, el año en el que falleció este artista cordobés.

La cinta El nido forma parte de la exposición Pepe Espaliú desde Córdoba, que se podrá visitar hasta el 18 de marzo en la sala municipal Vimcorsa. Políticos y organizadores insistieron ayer, antes de su inauguración, en la deuda que la ciudad em...

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Pepe Espaliú da vueltas alrededor del tronco de un árbol. Se desnuda prenda a prenda. Va dejando las ropas en la plataforma sobre la que camina hasta fabricar su nido. Fin. Y vuelta a empezar. Una enorme pantalla proyecta, una y otra vez, la videocreación que Espaliú elaboró en 1993, el año en el que falleció este artista cordobés.

La cinta El nido forma parte de la exposición Pepe Espaliú desde Córdoba, que se podrá visitar hasta el 18 de marzo en la sala municipal Vimcorsa. Políticos y organizadores insistieron ayer, antes de su inauguración, en la deuda que la ciudad empieza a saldar con uno de sus artistas de más proyección.

Sus obras, cada vez más cotizadas en el mercado del arte, se han expuesto en Dublín, Berlín, Venecia, Nueva York o Ámsterdam. Después de su muerte a los 38 años de edad como consecuencia del sida, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y el Reina Sofía de Madrid organizaron dos grandes retrospectivas. Pero,Hasta ayer, su ciudad no le había rendido un homenaje que abarcara su recorrido creador.

Cincuenta y siete obras, realizadas entre 1970 y 1993, componen la muestra, que pretende enseñar la producción menos conocida del artista. La exposición está compuesta por fotografías, pinturas, esculturas, dibujos, bocetos de diseños de joyas y videocreaciones. La mayoría de los fondos pertenece a la colección del galerista Pepe Cobos. Está previsto que, además de la muestra, se proyecte un ciclo cinematográfico de las cintas que más influyeron a Espaliú durante marzo. El homenaje se completará con dos conferencias sobre la figura del artista a cargo de los profesores Carles Guerra, de la Universidad de Barcelona, José Miguel García, de la Universidad de Valencia.

Ángel Luis Pérez Villén y Juan Vicente Aliaga, los comisarios de la exposición, coinciden en la idea de ese comienzo del fin de la deuda. Aunque insisten en que sería justo ir más allá. "No se puede quedar en una simple exposición, es necesaria más implicación, no sé si a través de una fundación. Ahora estamos en una etapa en la que se valora mucho la relación entre la política, el compromiso, y el arte y Espaliú es uno de los más claros exponentes de conciencia social", indicó Aliaga.

El Sida y la homosexualidad fueron dos de los ejes más importantes sobre los que pivotó la creación de este creador en sus últimos años de vida. En diciembre de 1992, Espaliú publicó en este diario un artículo titulado Retrato del artista desahuciado. Explicaba en un puñado de líneas su evolución: cómo pasó años dentro de su "topera", donde se había escondido con su arte, y cómo volvió a la realidad. "El sida me ha forzado de forma radical a un estar ahí. Me ha precipitado en su ser como pura emergencia. Agradezco al sida esta vuelta impensada a la superficie", escribió a finales de 1992. Casi un año después, en noviembre de 1993, Espaliú falleció en Córdoba.

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En el cajón de proyectos pendientes de Espaliú se quedó una curiosa iniciativa: la instalación de una enorme muleta en la ribera del Guadalquivir, a la altura de los sotos de la Albolafia. La exposición inaugurada ayer recoge algunos bocetos, de trazo sencillo, en los que se refleja la gestación esa idea.

La muleta es un símbolo muy presente en la muestra. "Espaliú se expresaba a través de metáforas, pero no son claras y directas con una única interpretación", indica Pérez Villén. "La muleta se puede entender como algo que te permite desplazarte, como una ayuda para salir de la enfermedad", explica Aliaga. "Pero, a la vez, la muleta puede entenderse como un símbolo de la sublimación a esa enfermedad", añade Pérez Villén.

Esta ortopedia simbólica, que se puede observar en varias de las obras de la exposición, se completa con otra de las metáforas más recurrentes de Espaliú: "el círculo como elemento de perfección", según Pérez Villén. Ese círculo que el artista traza alrededor del tronco del árbol en El nido.

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