Otegi será juzgado de nuevo el 21 de marzo por enaltecimiento del terrorismo
Ensalzó a la etarra Olaia Kastresana, fallecida cuando manipulaba una bomba
El dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi será juzgado de nuevo el 21 de marzo en la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo. El fiscal pide 15 meses de prisión para él por haber ensalzado el 30 de julio de 2001 en el cementerio de Polloe (San Sebastián) a la etarra Olaia Kastresana, que había fallecido días antes en Torrevieja (Alicante) al hacer explosión la bomba que manipulaba. Otegi está condenado en firme a un año de cárcel por injurias al Rey y tiene otra condena de 15 meses, que está recurrida. Una tercera condena determinaría su ingreso en prisión...
El dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi será juzgado de nuevo el 21 de marzo en la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo. El fiscal pide 15 meses de prisión para él por haber ensalzado el 30 de julio de 2001 en el cementerio de Polloe (San Sebastián) a la etarra Olaia Kastresana, que había fallecido días antes en Torrevieja (Alicante) al hacer explosión la bomba que manipulaba. Otegi está condenado en firme a un año de cárcel por injurias al Rey y tiene otra condena de 15 meses, que está recurrida. Una tercera condena determinaría su ingreso en prisión.
El caso no pinta bien para Otegi, porque se trata de la repetición del juicio celebrado ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en el que que se le condenó a 15 meses de prisión y ocho años de inhabilitación, aunque luego fue anulado por el Tribunal Supremo.
El juicio tiene que repetirse, pero en la Audiencia Nacional, puesto que cuando se celebró en Euskadi Otegi era parlamentario vasco y su condición de aforado exigía que fuera juzgado por el TSJPV. Tras la pérdida del fuero y al tratarse de un delito de enaltecimiento del terrorismo el caso es competencia de la Audiencia Nacional.
Pero Otegi tiene una condena en firme de un año de prisión por delito de injurias al Rey, que le fue impuesta el 31 de octubre de 2005 y que actualmente está suspendida. Y tiene también otra condena de 15 meses de prisión por delito de enaltecimiento del terrorismo por su participación en el homenaje al histórico dirigente de ETA José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala, en el 25º aniversario de su muerte, que se conmemoró en la localidad vizcaína de Arrigorriaga el 22 de diciembre de 2003. Esta condena está recurrida ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
En caso de que Otegi sea condenado de nuevo, su ingreso en prisión dependería de los magistrados que le hubieran juzgado en esa ocasión, es decir, los integrantes de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Fuentes de ese tribunal destacan que no es razonable pensar que alguien condenado por tercera vez vaya a permanecer en libertad.
Gritos de apoyo a ETA
La acusación se dirige contra Otegi y contra los ex parlamentarios vascos Jon Salaberria, que se encuentra en paradero desconocido desde hace más de un año, cuando iba a tener que ingresar en prisión, y Araitz Zubimendi, ya que todos ellos participaron en el acto fúnebre. En su momento, Salaberria y Zubimendi fueron absueltos, pero ahora el juicio tiene que repetirse.
Los hechos por los que acusa el fiscal son que un numeroso grupo de personas dieron gritos de apoyo a la banda terrorista y desplegaron una pancarta con la foto de la fallecida y el lema en euskera: "Del mismo tronco que tú surgiste, nacerán otros. La lucha es el camino". También fue exhibida una bandera con el anagrama de ETA. En el curso del acto, Otegi, portavoz de Batasuna, tomó la palabra para "agradecer la labor de todos los gudari vascos que han caído en esta larga lucha por la determinación". Tras ensalzar a Kastresana, de la que dijo que era una "gudari de ETA" que "se nos va con la dignidad silenciosa", Otegi afirmó que "el debate sobre la autodeterminación no se ha conseguido ni en la lucha institucional ni en otro tipo de luchas, sino por el trabajo de la izquierda abertzale".
Otegi pidió un aplauso para "todos los gudari que han caído en esta larga lucha" y señaló que hay una "generación nacida con el Estatuto que se adhiere a la lucha armada para expresar su compromiso político, lo que demuestra que generación tras generación y aunque la lucha siga siendo muy dura, esta pasa de mano en mano. Apostar por el Estatuto no hace sino prolongar el conflicto y Olaia Kastresana es una prueba".