La ofensiva terrorista

El 'frente' Imaz-López

He aquí tres escenas que proyectan los grandes riesgos de la lucha antiterrorista durante la nueva etapa que se ha abierto tras el hundimiento del alto el fuego permanente. Una de ellas implica al lehendakari, Juan José Ibarretxe, el promotor de la manifestación bajo el lema Por la paz y el diálogo en Bilbao, un lema que encaja como la horma a su zapato a Batasuna; la otra muestra a Josu Jon Imaz, el presidente del Partido Nacionalista Vasco, que exhorta vivamente a sus conmilitones y organizaciones convocantes a impedir la presencia de Batasuna en esa manifestación, en caso de q...

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He aquí tres escenas que proyectan los grandes riesgos de la lucha antiterrorista durante la nueva etapa que se ha abierto tras el hundimiento del alto el fuego permanente. Una de ellas implica al lehendakari, Juan José Ibarretxe, el promotor de la manifestación bajo el lema Por la paz y el diálogo en Bilbao, un lema que encaja como la horma a su zapato a Batasuna; la otra muestra a Josu Jon Imaz, el presidente del Partido Nacionalista Vasco, que exhorta vivamente a sus conmilitones y organizaciones convocantes a impedir la presencia de Batasuna en esa manifestación, en caso de que Arnaldo Otegi decida acudir a ella; la tercera escena proyecta a Patxi López, anunciando que el Partido Socialista de Euskadi no hará acto de presencia si se presenta Batasuna.

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La escena de Ibarretxe retrotrae a otra época, a la del Pacto de Estella, en 1998. El atentado del sábado 30 de diciembre, a juzgar por la consigna de la manifestación promovida por el lehendakari, no debe ser interpretada como una voladura del llamado proceso de paz. O, en otros términos, una manifestación motivada por un atentado terrorista en medio de un presunto alto el fuego permanente no merece ni siquiera su mención en la pancarta que la encabezara.

Es, exactamente, la óptica de Batasuna, quien estima dentro de la naturaleza del proceso de paz el bombardeo de ETA, y de ahí que técnicamente estaría en condiciones -más allá de lo que finalmente vaya a decidir- de participar en la manifestación.

Pero ante este frente virtual se ha formado otro. Por un lado, el PSE de Patxi López, que ha expresado su discrepancia con el lema de la manifestación, advierte que definitivamente se abstendrá de participar si Batasuna se atreve a tomar parte. Y, en coincidencia con el PSE, Imaz ha planteado que Batasuna no puede presentarse.

"O Batasuna condena el atentado del día 30 o, el que vaya a esa manifestación por las calles de Bilbao, me parecería un auténtico sarcasmo, y desde luego no me parece tolerable. Las instituciones y los partidos políticos [deben] tomar medidas".

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Esta reacción es saludable. Problema: Imaz y López deberían dirigirse a sí mismos la exhortación ya que son los dirigentes de esos partidos políticos. Si el contenido político de la manifestación promovida por el lehendakari está hecha a la medida para que entre Batasuna en ella, ¿no sería necesario reformular la convocatoria?, ¿no sería bueno en una ocasión tan importante sentarse y reflexionar antes de actuar con hechos consumados?

Patxi López se zambulló en la convocatoria de Ibarretxe, expresando su discrepancia con el lema, demasiado deprisa. El frente objetivo formado por López e Imaz debería, ahora, cuando todavía se está a tiempo, cambiar las reglas de juego.

ETA y Batasuna están contra el "PNV de Imaz". Ayer, Imaz dijo: "No hay un PNV de Imaz, ni un PNV de otro, el PNV es uno". ¿De Ibarretxe?

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