El PP mantiene tras el atentado el tono más duro contra el Gobierno

En la sede central, con la mayor formalidad posible, el PP confirmó ayer lo que sus dirigentes habían dejado entrever el último día de 2006: la oposición mantendrá el tono de durísimo reproche al Gobierno en el asunto del terrorismo también después del atentado de ETA. Ignacio Astarloa, que relevó a última hora a Ana Pastor, lanzó varias exigencias y reproches al Ejecutivo y pidió que sea el presidente quien dé por roto el proceso.

Mariano Rajoy ha convocado para hoy a la máxima dirección de su partido, el Comité Ejecutivo Nacional, para analizar la situación tras el atentado. Será el l...

En la sede central, con la mayor formalidad posible, el PP confirmó ayer lo que sus dirigentes habían dejado entrever el último día de 2006: la oposición mantendrá el tono de durísimo reproche al Gobierno en el asunto del terrorismo también después del atentado de ETA. Ignacio Astarloa, que relevó a última hora a Ana Pastor, lanzó varias exigencias y reproches al Ejecutivo y pidió que sea el presidente quien dé por roto el proceso.

Mariano Rajoy ha convocado para hoy a la máxima dirección de su partido, el Comité Ejecutivo Nacional, para analizar la situación tras el atentado. Será el líder quien fije la posición de la oposición, pero la conferencia de prensa ofrecida ayer por Ignacio Astarloa, secretario de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia, centrada en la crítica sin cuartel al Gobierno, da una idea de la línea que va a seguir el PP. "¡Basta de explicaciones que ofenden a los españoles!", clamó.

En principio, Génova había convocado a los medios para una intervención de Ana Pastor, en la que hablaría de política social y respondería a preguntas sobre terrorismo. A última hora se decidió que fuera Astarloa, ex secretario de Estado de Seguridad y mano derecha de Ángel Acebes, quien pusiera voz al partido.

Tras el atentado, en un primer momento, Rajoy mantuvo una posición cautelosa, sin expresar su apoyo al Gobierno más que para "acabar con ETA", pero sin atacar al Ejecutivo y sin aprovechar que el día anterior Zapatero había augurado el año que viene estaríamos "mejor". Pero inmediatamente después, la rueda de prensa del ministro del Interior indignó a Rajoy. Alfredo Pérez Rubalcaba anunció que había un desaparecido, algo que el PP conoció a la vez que el resto de los ciudadanos, y que podría haberle hecho cambiar su discurso.

Máxima dureza

Ese detalle, sumado a la rueda de prensa del presidente del Gobierno, en la que fue, según el PP, ambiguo sobre la ruptura del proceso para el final dialogado de la violencia, hicieron que Rajoy optara por la máxima dureza, según fuentes de su entorno. Astarloa recordó públicamente el incidente de la escasa información recibida por Rajoy, que habló con Zapatero antes de que se conociera la existencia del desaparecido y de nuevo una segunda vez mucho después de que Rubalcaba lo hiciera público.

La desconfianza del PP hacia el Gobierno alcanza tal nivel que todos los detalles son interpretados siempre con la versión más negativa para el Ejecutivo, al que se le presume mala fe y deseos de aislar a la oposición.

Astarloa, con su habitual tono firme, tras una breve introducción de solidaridad con las víctimas, entró de lleno a lanzar varias "exigencias claras" al Gobierno y sobre todo reproches.

Entre las primeras, las más señaladas son:

- Que cambie de política antiterrorista y vuelva a la que puso en marcha el PP, "que estaba acabando con ETA".

- "Que vuelva a la realidad, con toda su crudeza, y a la honestidad para explicar lo que ha hecho".

- "Que rehaga el Estado de derecho, que lo ha deshecho".

- Que Zapatero explique por qué en junio decretó verificado el fin de la violencia. Que explique su "incomprensible negación de la realidad".

Astarloa lanzó un aviso para navegantes: "Si el Gobierno no acaba con el periodo de oscuridad, otros se lo van a hacer. Que disipe la más mínima duda de que existe algo que impide romper el proceso de diálogo con ETA". Se refiere con ello a que la banda pueda dar a conocer, como ha hecho en otras ocasiones, supuestas actas de las negociaciones previas a la tregua. En 1999 lo hizo acusando al PNV de haber incumplido sus compromisos.

En cuanto a los reproches, Astarloa criticó que Rubalcaba no informe al PP de casi nada y que fuera José Blanco, secretario de organización del PSOE -después lo haría Rubalcaba- quien asegure que el proceso "está roto", una palabra que no quiso utilizar Zapatero. "Sólo nos vale que el presidente realice una declaración formal de ruptura. Ya basta de interpretaciones de lo que dice, de exégesis. Que sea claro por una vez, para que lo entiendan todos los ciudadanos". Después de estas críticas, Astarloa reclamó unidad. "Sigue siendo imprescindible para el fin del terrorismo", dijo. La idea de que Zapatero ha cedido y se ha rendido ante ETA estuvo por primera vez ausente del argumentario del PP.