Niño, que viene el coco
Una exposición recrea en Vitoria las distintas figuras usadas para asustar a los pequeños en toda la Península
Muchas generaciones de niños han mudado el semblante ante la advertencia "que viene el coco". O el tío Camuñas, el Sacamantecas, el Hombre del Saco, la Tragantía, la Marimanta o Mamua, seres de origen desconocido o con referencias bien cercanas en el entorno, pero siempre aterradores. La Casa del Cordón de Vitoria ha recuperado para estas Navidades una buena selección de estos personajes en la exposición El Coco & Cia, que bajo el subtítulo Compendio de asustaniños del imaginario popular ibérico, hace desfilar también a la Pantaruja, el Hombre-Lobo de Allariz, la Vampira de Barce...
Muchas generaciones de niños han mudado el semblante ante la advertencia "que viene el coco". O el tío Camuñas, el Sacamantecas, el Hombre del Saco, la Tragantía, la Marimanta o Mamua, seres de origen desconocido o con referencias bien cercanas en el entorno, pero siempre aterradores. La Casa del Cordón de Vitoria ha recuperado para estas Navidades una buena selección de estos personajes en la exposición El Coco & Cia, que bajo el subtítulo Compendio de asustaniños del imaginario popular ibérico, hace desfilar también a la Pantaruja, el Hombre-Lobo de Allariz, la Vampira de Barcelona o la Bubota negra, con especial atención al Sacamantecas de Vitoria y la Bruja del Bosque.
La exposición, en principio destinada a los más pequeños, cautiva a los adultos por el rigor con que se ha organizado. Una serie de libros constatan la variedad de referentes bibliográficos que ha manejado Homo Fabulans Kolektiboa, el grupo que ha organizado la muestra. "En Cataluña, por ejemplo, hemos encontrado hasta 110 versiones de estos monstruos", comentó en su presentación Josean Morlesín, portavoz del equipo que ha trabajado durante un año en rastrear estos seres, sobre todo amorfos. "Quizás lo que más nos ha costado ha sido dar forma física a estos personajes, muchos de ellos mitológicos", añadió.
Es el caso de El Totón, el Coco de Aragón, que se imagina como un siniestro ser, vestido de blanco, con una vela encendida, que ronda los cementerios. La Pantaruja de Ceuta tiene un aire similar, mientras que el Papao de Portugal es más parecido al coco español, un personaje de forma indefinida, feo, oscuro que se zampa a los niños llorones y revoltosos. El Tío Camuñas, sin embargo, es de los que cuenta con unas facciones bien características: las de un guerrillero de la Guerra de la Independencia, natural de la localidad toledana del mismo nombre y nacido en 1762. Las noticias difamatorias de los hombres de Napoleón sobre el personaje le llevaron a la ignominia hasta inmortalizar el dicho: "Que viene el tío Camuñas".
Juanto a varias decenas de estos monstruos, recreados en ideogramas con un pequeño texto que recuerda su origen o su lugar de influencia, la exposición presta atención a dos personajes en particular: uno histórico, Juan Díaz de Garayo, el Sacamantecas vitoriano; otro de ficción, pero presente en todas la tradición occidental: la Bruja del Bosque. Díaz de Garayo merece un recorrido exhaustivo sobre su persona y sus hazañas criminales, con referencias gráficas y documentales de los crímenes que cometió en la segunda mitad del siglo XIX. Detenido y condenado a muerte; fue ajusticiado a garrote vil el 11 de mayo de 1881.
La bruja que guisaba en una gran cazuela niños extraviados en el bosque se ve reflejada en una cuidada escenografía en el sótano de la Casa del Cordón. Es el destino final de la Senda de los Niños Perdidos, la recreación de una cocina siniestra que asusta al más templado.
La muestra se completará con una serie de representaciones teatrales, recomendadas para mayores de 13 años, sobre el Ajusticiamiento de Garayo en distintos días de estas fiestas.
El Coco & Cía. Casa del Cordón. Cuchillería, 24; Vitoria. Hasta el 10 de enero. Horarios: laborables, de 18.30 a 21.00; domingos y festivos, de 12.00 a 14.00 y de 18.30 a 21.00. Representaciones teatrales: 16, 17, 23 y 30 de diciembre y 6 y 7 de enero.