Entrevista:JOAN ENRIC LLUNA | Clarinetista

"Mozart dio al clarinete categoría de instrumento de primera línea"

Mozart es una permanente fuente de inspiración musical para el clarinetista valenciano Joan Enric Lluna (Godella, 1962), uno de los solistas españoles de mayor proyección internacional. Su última aventura artística se llama MoonWinds, un octeto de instrumentos de viento fundado por él que el próximo miércoles debutará bajo su dirección en la sala de cámara del Auditori de Barcelona (20.30). En el concierto tocarán algunas de las obras de Mozart y Vicent Martín i Soler que figuran en su primer disco, recién editado por el sello Harmonia Mundi. "Las obras de Mozart y los arreglos sobre temas de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Mozart es una permanente fuente de inspiración musical para el clarinetista valenciano Joan Enric Lluna (Godella, 1962), uno de los solistas españoles de mayor proyección internacional. Su última aventura artística se llama MoonWinds, un octeto de instrumentos de viento fundado por él que el próximo miércoles debutará bajo su dirección en la sala de cámara del Auditori de Barcelona (20.30). En el concierto tocarán algunas de las obras de Mozart y Vicent Martín i Soler que figuran en su primer disco, recién editado por el sello Harmonia Mundi. "Las obras de Mozart y los arreglos sobre temas de sus óperas son la base ideal para forjar el sonido y el estilo de un grupo de instrumentos de viento", afirma el clarinetista.

Más información

Lluna, solista de la Orquesta de Cadaqués, es un músico inquieto que no cesa de idear proyectos. Desde Londres, ciudad donde reside, planifica con calma una agenda internacional que le permite tocar como solista con grandes formaciones europeas, cultivar su pasión por la música de cámara y dedicar parte de su tiempo a la docencia en el Conservatorio de la Universidad de Birmingham, y desde su creación, en la Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc). "Llevaba dos años con la idea de fundar un grupo con algunos músicos españoles que colaboramos asiduamente con orquestas europeas y finalmente la idea se ha hecho realidad con Moonwinds", comenta.

"Nos une el entusiasmo, las ganas de tocar juntos por puro placer y el deseo de hacer música al máximo nivel de calidad", explica Lluna. Dieron su primer concierto el pasado mes de febrero en el auditorio de Torrent (Valencia) y poco después grabaron su primer disco, en el que figuran la serenata de Mozart conocida como Gran Partita, K. 361, un arreglo sobre temas de su ópera El rapto en el serrallo y, como encantador contrapunto, un divertimento del compositor valenciano Vicent Martín i Soler -de cuyo nacimiento se conmemora este año el 250º aniversario- sobre temas de Una cosa rara, su ópera más conocida, citada por Mozart en su célebre Don Giovanni.

Músico de trato afable, ajeno a vanidades, Lluna habla de Mozart con absoluta veneración. "Es el compositor que dio al clarinete categoría de instrumento de primera línea. Amaba su timbre, en especial el del corno di basetto, y exploró sus posibilidades técnicas y expresivas de forma magistral. A partir de Mozart, otros compositores se tomaron en serio al clarinete".

"Existen arreglos de casi todas las óperas de Mozart", comenta Lluna. "Lo curioso es que se hacían para dar a conocer las arias. Hoy tenemos los discos y la radio, pero en tiempos de Mozart, la única forma de divulgar las mejores arias de una ópera era a través de los arreglos que diversos grupos de cámara tocaban en salones y jardines. De hecho, el propio Martín i Soler decidió hacer un arreglo para divulgar arias de su propia ópera".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Además de los arreglos citados, a los que Lluna ha añadido un contrabajo para realzar el sonido, en el concierto interpretarán dos serenatas de Mozart -en mi bemol mayor, K. 375 y en do menor, K,388- llenas de encanto y vitalidad. En el disco, la pieza estelar es otra serenata, la célebre Gran Partita, una obra por la que Lluna siente especial debilidad. "Es una de las grandes obras de cámara de la historia, de un ingenio e inspiración únicos. Lo extraordinario es que en una obra concebida para entretener al público Mozart combina el carácter ligero propio de un divertimento con logros de una intensidad expresiva sublime en el adagio, que están a la altura de su mejor música religiosa", concluye.

Archivado En