NO FUNCIONA

Pagar o no pagar el billete del ferrocarril

En la estación de Renfe de Vilassar de Mar-Cabrera (Maresme) hay máquinas expendedoras de billetes de tren. Dada la falta de personal, estas máquinas son de gran utilidad para los pasajeros que desean pagar ya que les permite sacar el billete. Hay hasta tres máquinas, pero ninguna de ellas admite otra cosa que no sean monedas. Ni billetes ni tarjetas de crédito, según explica el lector J. U., que se encontró en la tesitura de subir al tren si pagar o de ir a buscar cambio a alguna tienda cercana y, con eso, perder el tren. Dicho sea de paso, en Cabrera hay trenes que no paran, por lo tanto, pe...

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En la estación de Renfe de Vilassar de Mar-Cabrera (Maresme) hay máquinas expendedoras de billetes de tren. Dada la falta de personal, estas máquinas son de gran utilidad para los pasajeros que desean pagar ya que les permite sacar el billete. Hay hasta tres máquinas, pero ninguna de ellas admite otra cosa que no sean monedas. Ni billetes ni tarjetas de crédito, según explica el lector J. U., que se encontró en la tesitura de subir al tren si pagar o de ir a buscar cambio a alguna tienda cercana y, con eso, perder el tren. Dicho sea de paso, en Cabrera hay trenes que no paran, por lo tanto, perder el tren significa, a veces, hasta media hora de espera. La primera tentación que tuvo fue la de hacer un simpa, síntesis de "sin pagar" que está muy de moda tanto en el ferrocarril como en el metro, aunque la dirección de esta última empresa sostiene que son poquísimos los que no pagan. Estaba ya decidido a perder el tren cuando encontró en un bolsillo una moneda de dos euros que le permitió comportarse cívicamente, pese a las dificultades que lo invitaban a todo lo contrario.

Renfe reconoce que lo que dice el lector es verdad de la buena. Las máquinas "serán retiradas pronto", explica el portavoz de la empresa. Y recuerda que eso se producía antes en no pocas estaciones pero la empresa compró 86 expendedoras que admiten monedas, billetes y tarjetas de crédito. "En estos momentos quedan cinco expendedoras antiguas que serán cambiadas en un plazo de entre uno y tres meses", señala el portavoz, que precisó que las otras dos están en Calafell (Baix Penedès). La misma fuente señala que de las 86 máquinas, 46 ya han sido instaladas y las otras 40 lo están siendo. Cabrera y Calafell son los últimos de la lista.

La queja de J. U. respecto a máquinas expendedoras de billetes se añade a la de varios lectores. Y van asociadas a la sensación de soledad. Pero hay más quejas sobre el metro que sobre Renfe. "La supresión del personal de taquillas debía ser paralela a la presencia de personal en la estación. Yo nunca veo a nadie, de modo que he optado por comprar las tarjetas en otros lugares", dice una lectora.

Transportes Metropolitanos de Barcelona sostiene que sí hay personal en el metro y sugiere que si se quiere comprobar la presencia constante del jefe de estación basta con apretar el botón del interfono que se halla en el andén. Este diario ha hecho la prueba en media docena de ocasiones de forma aleatoria. En tres de ellas llegó el metro antes de recibir respuesta. Lo que no quiere decir que no hubiera nadie, aunque ni se le viera ni se le oyera.

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