Reportaje:

Los otros vigilantes de la playa

5.564 alumnos no universitarios estudian el estado de la costa

Casi mirando más al cielo que al mar. Así participaron ayer los chavales del IES Clara Campoamor, de Huelva, en la actividad Cuidemos la Costa, englobada en la experiencia europea Coastwatch por la que se desplazaron hasta Mazagón. "Esperemos que no nos llueva demasiado", decía uno de los alumnos, todos de 3º de ESO. En total estaba previsto que más de 5.564 escolares de 107 centros educativos saliesen a las playas para estudiar su estado y colaborar así en la elaboración de un informe anual sobre las mismas. Pero muchos centros, en especial de Huelva y Cádiz optaron por dejar a sus alumnos en...

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Casi mirando más al cielo que al mar. Así participaron ayer los chavales del IES Clara Campoamor, de Huelva, en la actividad Cuidemos la Costa, englobada en la experiencia europea Coastwatch por la que se desplazaron hasta Mazagón. "Esperemos que no nos llueva demasiado", decía uno de los alumnos, todos de 3º de ESO. En total estaba previsto que más de 5.564 escolares de 107 centros educativos saliesen a las playas para estudiar su estado y colaborar así en la elaboración de un informe anual sobre las mismas. Pero muchos centros, en especial de Huelva y Cádiz optaron por dejar a sus alumnos en las aulas, por temor a las precipitaciones y postergarlo al 4 de diciembre.

Los escolares que sí acudieron recopilaron datos sobre niveles de degradación de las playas, flora y fauna predominantes, así como de la presencia de residuos y sustancias contaminantes, entre otros indicadores. Las inspecciones se realizaron en las provincias costeras andaluzas (Huelva, Cádiz, Málaga y Almería). Los alumnos del IES Clara Campoamor se distribuyeron en grupos de unos cinco por distintos puntos de la larga playa de Mazagón. Cada uno de ellos portando una completa ficha donde rellenar los datos que se buscan estudiar. "Por ejemplo, los alumnos miden condiciones y dimensiones del mesolitoral (zona de agua inundada por la marea alta y que queda al descubierto cuando baja) y el supralitoral (parte de la playa que nunca se ve afectada por la acción del agua); limpieza de la misma, tipología de basuras, edificaciones cercanas...", explica la profesora del área de Ciencias Naturales del centro, María Fernanda Domínguez.

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A su alrededor, un grupo de cinco chavales ya se ha puesto manos a la obra, midiendo con metros la anchura de arena afectada o no por el agua y recogiendo y clasificando muestras de basura.

"Lo que más estamos encontrando son plásticos, botellas, latas, y algunas maderas", comenta el alumno Álvaro de Orta, designado por su grupo para tomar nota en el cuestionario de todo lo que trasciende en la actividad. Todo el grupo participa de las respuestas y "después cada uno copiamos lo que hemos dicho en nuestros cuestionarios", aclara un compañero.

"La actividad es muy rica e interesante. Yo creo que además se les motiva a los jóvenes en el valor que tiene cuidar y respetar paisajes como el de las playas, incluso cuando en los veranos se van con los amigos a bañarse", comenta la profesora. La experiencia sirve también a los jóvenes para concienciarse sobre otros aspectos la protección del medioambiente. "Aprenden que determinadas actuaciones, como construir muy cerca de la playa ya no se deben hacer. Y si encuentran casos, los apuntan en el registro", apunta María Fernanda.

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Poco a poco, el grupo sigue su camino por la costa. Todos tienen que recorrer varios kilómetros. Luego harán una puesta en común en clase de lo analizado y descubierto, y sus datos engrosarán los del próximo informe de Coastwatch. En su camino, los cinco chavales que acompañaban a la profesora van llenando una gran bolsa de basura con todo tipo de objetos. Hasta una silla de metal "Pues no sé si nos va a caber en la bolsa", duda uno de ellos.

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