CÁMARA OCULTA

Trinos solidarios

Unos cuantos actores y actrices se han puesto a cantar... aunque no todos hayan sido ungidos con ese don. Poniéndose el mundo por montera, supliendo algunos sus limitaciones con buen ánimo y mejor humor, han grabado un disco, que aparecerá en el mercado dentro de 10 días, titulado Un rayo de luz, como la película de Marisol. Su objetivo es recaudar fondos para la Fundación AISGE, que se preocupa, entre otras cuestiones, de atender a los más de 300 actores "de edad avanzada, o que atraviesan por situaciones de quebranto económico, personal o de salud": así lo dice el programa, firmado po...

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Unos cuantos actores y actrices se han puesto a cantar... aunque no todos hayan sido ungidos con ese don. Poniéndose el mundo por montera, supliendo algunos sus limitaciones con buen ánimo y mejor humor, han grabado un disco, que aparecerá en el mercado dentro de 10 días, titulado Un rayo de luz, como la película de Marisol. Su objetivo es recaudar fondos para la Fundación AISGE, que se preocupa, entre otras cuestiones, de atender a los más de 300 actores "de edad avanzada, o que atraviesan por situaciones de quebranto económico, personal o de salud": así lo dice el programa, firmado por los promotores del disco, 8 1/2 Libros de Cine, Subterfuge Records y la propia AISGE.

Cada intérprete ha elegido la canción que considera adecuada a sus posibilidades. Hay quien sorprende para bien, y mucho, como Luis Tosar, siempre tan sobrio, y todos hacen lo que buenamente pueden, como la voluntariosa Pilar Bardem emulando nada menos que a Chavela Vargas... Cómo no, el disco contiene cartas marcadas: Ana Belén, Javier Gurruchaga, Leonor Watling o Concha Velasco, así como también al magnífico Asier Etxeandía, que deslumbró hace tres años al público madrileño con su trabajo en el musical Cabaret. Hay para todos los gustos: Cayetana Guillén Cuervo, Chus Gutiérrez, Fran Perea, Icíar Bollaín, Xavier Elorriaga, Verónica Forqué, Lola Dueñas, Victoria Abril, Juan Diego Botto y Nur Al Levi, y el sonoro vozarrón de Sancho Gracia acompañando al coro. Parece que los promotores fueron pillando a quienes encontraron por el camino, y que todos ellos dijeron que sí.

Los cómicos están preocupados por su futuro tanto como por la fragilidad laboral de su presente. Lo cuentan ellos mismos, y con gran detalle, en el excelente sondeo del documental Hécuba, un sueño de pasión, que han realizado José Luis López Linares y Arantxa Aguirre. Intervienen en él algunos de los más grandes cómicos, descubriéndonos sus inseguridades y miserias. Nada excepcional en los tiempos que corren. Que se lo digan, si no, a los grandes técnicos de TVE que acaban de ser cesados por el imperdonable error de tener cumplidos cincuenta y algo de años. ¿De dónde sale tamaño desatino? En poco tiempo estos profesionales van a estar en la calle o en sus casas, cobrando lo mismo pero sin poder acercarse a su lugar de trabajo. ¿Tendremos por fin una televisión buena? ¿Eran ellos los únicos culpables de que no fuera así? Si el tema se extendiera al mundo de los actores, nos quedaríamos sin el trabajo de personas que conocen bien el oficio, vocalizan como mandan los cánones, y nos hacen creíbles sus personajes. ¿Serían mejores el cine o el teatro españoles si desaparecieran los cómicos expertos? ¡Cuánta barbaridad!

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