Compay, genio y figura después de la sepultura

La Habana inicia un año de homenajesal músico con la apertura de una casa-museo

Desde la muerte de Compay Segundo, en 2003, a la venerable edad de 95 años, la memoria del legendario trovador cubano se mantuvo viva gracias al grupo musical que le acompañó en los últimos años de su vida, encabezado por su hijo Salvador Repilado, que siguió llevando su espíritu y sus canciones por el mundo entero. Desde el martes, La Habana dispone también de una casa-museo dedicada al autor de Chan Chan, que no es otra que la residencia donde vivió la última etapa de su vida, ya convertido en leyenda.

La casa está situada en el barrio de Miramar y atesora partitu...

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Desde la muerte de Compay Segundo, en 2003, a la venerable edad de 95 años, la memoria del legendario trovador cubano se mantuvo viva gracias al grupo musical que le acompañó en los últimos años de su vida, encabezado por su hijo Salvador Repilado, que siguió llevando su espíritu y sus canciones por el mundo entero. Desde el martes, La Habana dispone también de una casa-museo dedicada al autor de Chan Chan, que no es otra que la residencia donde vivió la última etapa de su vida, ya convertido en leyenda.

La casa está situada en el barrio de Miramar y atesora partituras originales, sombreros, puros habanos -durante muchos años sobrevivió gracias a su oficio de torcedor de puros-, premios Grammy, discos de oro y de platino, los regalos ofrecidos por las personalidades más diversas, desde Juan Pablo II al actor norteamericano Michael Douglas, además de sus instrumentos y muchas fotos; cientos de fotos que recorren su obra y su vida, desde que nació en Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1907 hasta que se despidió a lo grande de este mundo.

Algunas de las imágenes sepia son deliciosas. En una aparece junto a Benny Moré y los tres hermanos Matamoros cuando, siendo adolescentes, comenzaban sus carreras trovadorescas; en otra, también imberbe, está tieso como un sarmiento con los pantalones bombachos de la banda de conciertos santiaguera donde empezó tocando el clarinete; así sigue el recorrido hasta llegar al Compay de rostro legendario, con Charles Aznavour o Santana. En algunas instantáneas maravillosas está vestido de miliciano, o ejerce de peluquero -uno de sus múltiples oficios-, o con Fidel Castro a su vera, al que le ha colocado su sombrero vaquero en la cabeza.

La inauguración de la casa-museo ocurre en vísperas de que se inicie oficialmente un año de homenajes al trovador santiaguero, que se prolongará hasta el 18 de noviembre de 2007, fecha en la que cumpliría 100 años. El mes próximo se inaugurará en el Museo de Bellas Artes de La Habana una exposición con cuadros pintados por 20 artistas plásticos cubanos, incluidos Choco, Fabelo, Kcho o Sosabravo, inspirados en el músico. El mismo día de su cumpleaños, el 18 de noviembre, el Grupo Compay Segundo, al que pertenecen sus hijos, ofrecerá un concierto con la Orquesta Sinfónica de Oriente con el director de la Filarmónica de Veneto, Stefano Mazzoleni, como invitado. El año próximo será de giras por todo el mundo y también se prevé la construcción de un monumento funerario en honor de Compay en el cementerio Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba, donde reposan sus restos.

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