Reportaje:

Anónimos contra el delito

Una ONG busca delincuentes británicos asentados en la Costa del Sol

El 16 de febrero de 1994, James Francis Hurley se fugó, utilizando un cuchillo, del furgón que lo trasladaba a la prisión de Wandsworth (Reino Unido). Cumplía cadena perpetua por asesinar a tiros por la espalda al policía Frank Mason en 1988, cuando Hurley esperaba en un coche en marcha la salida de sus dos cómplices en el atraco a una oficina del Barclays Bank cerca de Londres. Doce años después, este hombre de 42 años, ojos azules, 1,80 metros y complexión normal, es uno de los 10 fugitivos más buscados del Reino Unido y puede ser su vecino de urbanización en la Costa del Sol o en Canarias....

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El 16 de febrero de 1994, James Francis Hurley se fugó, utilizando un cuchillo, del furgón que lo trasladaba a la prisión de Wandsworth (Reino Unido). Cumplía cadena perpetua por asesinar a tiros por la espalda al policía Frank Mason en 1988, cuando Hurley esperaba en un coche en marcha la salida de sus dos cómplices en el atraco a una oficina del Barclays Bank cerca de Londres. Doce años después, este hombre de 42 años, ojos azules, 1,80 metros y complexión normal, es uno de los 10 fugitivos más buscados del Reino Unido y puede ser su vecino de urbanización en la Costa del Sol o en Canarias.

La ONG británica Crimestoppers [en español, Los que paran el delito] ha lanzado una campaña para capturar a estos delincuentes británicos, cinco de los cuales han elegido la costa malagueña como refugio, según fuentes policiales. El proyecto piloto, que durará tres meses, consistirá en animar a quien les reconozca a llamar de forma anónima y gratis al teléfono español 900 555 111. Sobre los criminales, cuyas fotos se pueden ver en la web www.mostwanted-uk.com, pesan órdenes europeas de detención por delitos como asesinato, narcotráfico o falsificación de moneda. "Quienes llamen harán un servicio inestimable a la comunidad y no se les pedirá ni que digan su nombre, ni que hagan una declaración formal, ni que testifiquen en un juicio", aseguró ayer Dave Cording, director de Operaciones de Crimestoppers.

Se podrá delatar a los criminales más buscados con una llamada gratuita

El hecho de que cientos de fugitivos se escondan en la Costa del Sol ha degradado la imagen turística de la zona, calificada por los tabloides británicos como Costa del Crimen. La mayoría de los buscados maneja diversas identidades y cambia de aspecto con frecuencia. La dificultad de detenerlos es tal que la Policía Metropolitana de Londres triplicó hasta 30.000 libras (44.831 euros) la recompensa por información que permita arrestar a Hurley.

Crimestoppers nació en 1988. Desde entonces ha recibido 800.000 llamadas útiles que han desembocado en más de 700.000 detenciones. Todas las semanas una persona es acusada de asesinato gracias a las delaciones comunicadas a esta entidad desde lugares tan remotos como Suráfrica. Es su primera actuación en España.

Esta iniciativa cuenta con el respaldo del Grupo de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial, que ha detenido, desde que fue creado en la primavera de 2004, a 382 personas huidas de la justicia, aproximadamente una cada tres días. De ellos, el grupo más numeroso corresponde a ciudadanos alemanes, con 126 detenidos. Los británicos suman 58 arrestos, según el inspector Lorenzo, que dirige el grupo. Sobre la mayoría pesan condenas de más de cinco años y varios deberán afrontar cadenas perpetuas.

Los delincuentes fugados buscan pasar inadvertidos entre gente de su misma nacionalidad en las urbanizaciones turísticas de la costa. "Muchos llevan una vida de lujo de puertas adentro y de total modestia de puertas afuera", asegura el inspector, que incide en que la colaboración ciudadana es muy valiosa: "Dos de los británicos detenidos en España lo fueron gracias a llamadas de gente que los vio en los periódicos".

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