Una fiesta para y con los que han muerto al cruzar vallas y océanos

El Museo de América acoge una ofrenda mexicana para celebrar el día de difuntos

Los miles de inmigrantes, mexicanos y africanos, que han muerto intentando llegar a España y a Estados Unidos se reunirán con los vivos los próximos 1 y 2 de noviembre en el Museo de América para celebrar el día de muertos, una de las costumbres mexicanas más tradicionales. La Asociación La Colonia, que aglutina a mexicanos que viven en Madrid, ha montado la "ofrenda de muertos" que permanecerá hasta el próximo 29 de noviembre a la entrada del museo de América.

Los mexicanos tienen una relación muy particular con la muerte -un dicho popular dice: "En cualquier lugar que nos sorprenda la...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los miles de inmigrantes, mexicanos y africanos, que han muerto intentando llegar a España y a Estados Unidos se reunirán con los vivos los próximos 1 y 2 de noviembre en el Museo de América para celebrar el día de muertos, una de las costumbres mexicanas más tradicionales. La Asociación La Colonia, que aglutina a mexicanos que viven en Madrid, ha montado la "ofrenda de muertos" que permanecerá hasta el próximo 29 de noviembre a la entrada del museo de América.

Los mexicanos tienen una relación muy particular con la muerte -un dicho popular dice: "En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea"- y creen que el 2 de noviembre las almas de sus seres queridos vuelven del más allá. La víspera, el día 1, se dedican a preparar la fiesta y a adornar las tumbas. Esta costumbre sorprende a los extranjeros. El escritor inglés Malcolm Lowry, por ejemplo, ambienta su novela autobiográfica Bajo el volcán durante los festejos del día de muertos.

Los mexicanos se vuelcan a los cementerios para limpiar las tumbas y hacer una ofrenda con lo que le gustaba al muerto: se cocinan sus platos favoritos, se le pone tequila o la bebida que prefería antes de ir al más allá y todo se adorna con flores de cempasúchitl, de color naranja, que garantizan el buen tránsito del difunto entre ambos mundos.

Es común que los cementerios se llenen de mariachis en estos días para que el fallecido disfrute con su música favorita. Cuando la tumba está muy lejos o cuando no la hay, como con los inmigrantes cuyos cuerpos quedan sin identificar, las familias hacen una ofrenda en su casa, presidida por el retrato del difunto.

La ofrenda del Museo de América tiene una foto del muro que divide la frontera entre México y Estados Unidos. Junto a él está un collage de retratos de los africanos que han muerto en el último año, intentando llegar a España en pateras y cayucos. "El problema de la migración lo vivimos tanto en nuestro país de residencia, como en el de origen", explica el portavoz de La Colonia, José Miguel Elorriaga. "Por eso decidimos hacer un homenaje a las personas que sufren", añade. El 1 de noviembre, a las 12.00, se inaugura la ofrenda.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En