Siete bancos financian el aumento de participación de Florentino Pérez en ACS

El empresario traslada su esquema de inversión a la aventura eléctrica de la constructora

Un grupo de siete bancos financió la exitosa apuesta de Florentino Pérez en ACS durante el año pasado. El ex presidente del Real Madrid tenía deudas de 210 millones con el BBVA, La Caixa, el Pastor, el Santander, la Banca March, Barclays y Caixa Catalunya al cierre de 2005, según las cuentas de Inversiones Vesán, su sociedad patrimonial. Con financiación bancaria, y pagando los intereses con los dividendos, Pérez compró 5,5 millones de acciones de ACS en 2005 (el 1,568% del capital) por unos 120 millones. Ese esquema personal es el mismo que está aplicando ACS en su aventura eléctrica. La fórm...

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Un grupo de siete bancos financió la exitosa apuesta de Florentino Pérez en ACS durante el año pasado. El ex presidente del Real Madrid tenía deudas de 210 millones con el BBVA, La Caixa, el Pastor, el Santander, la Banca March, Barclays y Caixa Catalunya al cierre de 2005, según las cuentas de Inversiones Vesán, su sociedad patrimonial. Con financiación bancaria, y pagando los intereses con los dividendos, Pérez compró 5,5 millones de acciones de ACS en 2005 (el 1,568% del capital) por unos 120 millones. Ese esquema personal es el mismo que está aplicando ACS en su aventura eléctrica. La fórmula también ha sido adoptada por Acciona y Sacyr para entrar en Endesa y Repsol.

Este esquema es complejo, pero se puede decir que hace posible que la inversión casi se pague a sí misma. Uno de sus máximos exponentes es Florentino Pérez, que ha seguido consolidándose este año como tercer accionista de ACS (tiene un 10,028%), por detrás de Corporación Alba (brazo inversor de los March), que controla un 20%, y los empresarios y ex banqueros Alberto Cortina y Alberto Alcocer, los Albertos, con un 12%. Y Pérez lo ha conseguido con una forma de financiar los negocios que ha llevado también a las compras de Iberdrola y Fenosa por ACS.

Para obtener respaldo de bancos y cajas y seguir apostando por ACS, la participación de Pérez en la compañía se ha convertido en el mejor aval. La empresa, como todas las grandes constructoras, es una gran generadora de dinero gracias al boom que vive el sector y ha visto cómo el beneficio y capitalización se han multiplicado en los últimos ejercicios.

A Pérez la apuesta le está saliendo bien. En 2005, Inversiones Vesán acumulaba una deuda con las entidades bancarias de 210 millones, frente a 99 millones de 2004, tomando como referencia el valor de reembolso. Con un préstamo de 56 millones, que vence a final de 2009, el Santander fue el principal acreedor, seguido de La Caixa, el BBVA y Banca March. El balance de Vesán muestra aparentemente un alto apalancamiento, pues los recursos propios de la empresa eran de sólo 113 millones, pero esa cifra no recoge las grandes plusvalías latentes acumuladas.

No es de extrañar que los bancos presten tanto dinero al ex presidente del Real Madrid. Su participación en la actualidad vale casi 1.350 millones en Bolsa. A finales de 2004, su 5,977% valía en el mercado 354,3 millones, mientras terminó 2005 con una participación del 7,545%, que tenía un valor de 724,46 millones. Con estos valores en su haber, el solicitante de un préstamo sólo tiene que presentar como aval sus valiosas acciones para que los bancos le abran las puertas.

La deuda se duplica, pero también los haberes de Florentino Pérez, que cobró el año pasado más de nueve millones en concepto de dividendos por su participación en ACS, cantidad suficiente para hacer frente a los intereses de 5,3 millones que arrojaron sus deudas, y reinvertir el resto en el grupo que él mismo ha ayudado a crear y que es el fruto de una serie imparable de integraciones que culminaron con la fusión con Dragados en 2003.

La última compra de acciones de Pérez fue anunciada hace sólo unos días. Fue la décima vez este año que comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores una adquisición de títulos. Pérez ha invertido este año en ACS unos 300 millones.

Estas nuevas inversiones se producen después de que el grupo se haya consolidado como primer accionista de Unión Fenosa, con un 35%, y de que se convirtiera también en primer socio de Iberdrola al invertir 3.335 millones en un 10%. Estas operaciones han repetido un esquema similar al que Pérez ha empleado en su inversión personal en ACS. La constructora se ha endeudado usando como garantía las propias acciones compradas. El cobro de dividendos permite hacer frente a los intereses y la revalorización de los títulos comprados permite tanto a la empresa como al banco sentirse cómodos en esa situación. Además, el cambio de tratamiento contable del fondo de comercio ayuda a que salgan las cuentas.

En Fenosa, la participación de ACS supuso a la constructora una inversión total de 3.469,1 millones. La financiación se hizo a través de un macropréstamo concedido por un grupo de bancos y cajas y avalado por las acciones de ACS en Fenosa. Pero por ellas pagó una prima sobre el precio del mercado, y esa diferencia, hasta completar 3.469,1 millones, se financió con líneas de crédito a disposición del comprador. Un año después la entrada en el capital, la eléctrica ha subido a 38,78 euros, con lo que el valor de su participación alcanza 4.156 millones. Es decir, 687 millones en plusvalías latentes.

Operaciones similares

La fórmula se repite en Iberdrola. Para financiar la compra del 10%, ACS consiguió un crédito puente concedido por BBVA, que será refinanciado, con las acciones como garantía. Este sistema es similar al empleado por los Entrecanales, principales accionistas de Acciona, para entrar en Endesa, con la financiación del Santander.

El banco que preside Emilio Botín también ha financiado la compra de hasta el 10% de Repsol por parte de Sacyr. El presidente de la constructora, Luis del Rivero, fue muy claro al respecto: "La financiación de esta inversión es como la concesión de una autopista, que se paga a sí misma". Es decir, la inversión, que ronda los 3.000 millones, se pagará sola en unos 17 años gracias a los dividendos que reparta Repsol y la puesta en equivalencia de esa participación en la cuenta de resultados de Sacyr.

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