Reportaje:

"Estopa es un sentimiento"

El grupo de los hermanos Muñoz despide su gira mañana en Badalona

Tras cinco meses de carretera presentando Voces de ultrarrumba, los hermanos Muñoz, Estopa para las multitudes, afrontan su último concierto. Será mañana sábado en el Olímpico de Badalona, "donde esperamos que nuestros técnicos nos gasten alguna broma de despedida", anuncia David al otro lado del teléfono. Entre pecho y espalda han acumulado 32.000 kilómetros, les han visto alrededor de 450.000 espectadores y han ofrecido 65 actuaciones por todo el país a lo largo de la gira definida por David como "la más profesional que hemos realizado en nuestra carrera". Y es que los años enseñan....

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Tras cinco meses de carretera presentando Voces de ultrarrumba, los hermanos Muñoz, Estopa para las multitudes, afrontan su último concierto. Será mañana sábado en el Olímpico de Badalona, "donde esperamos que nuestros técnicos nos gasten alguna broma de despedida", anuncia David al otro lado del teléfono. Entre pecho y espalda han acumulado 32.000 kilómetros, les han visto alrededor de 450.000 espectadores y han ofrecido 65 actuaciones por todo el país a lo largo de la gira definida por David como "la más profesional que hemos realizado en nuestra carrera". Y es que los años enseñan.

Sin decirlo abiertamente, los Muñoz vivieron el vértigo de la fama en sus primeras giras. Eso suponía que la noche no se acababa con el concierto, ya que siempre había amigos que saludar y bares que visitar. "Este año hemos adquirido otras rutinas de carretera que nos han ayudado a actuar en perfectas condiciones", explica David Muñoz. Pero, ¿cómo apagar los ánimos tras una actuación que normalmente deja a sus protagonistas con las palpitaciones disparadas? David manifiesta haber encontrado la fórmula: "Ir al hotel, darse una ducha de agua bien caliente, tomarse una cervecita y fumarse un cigarrillo. Tras ello, el sueño aparece y así puedes vivir con intensidad y fresco el siguiente concierto".

No es éste el único cambio operado en las rutinas del grupo, que emergió de la nada para mantenerse en lo alto más tiempo del que nadie auguraba. "Lo cierto es que ahora nos damos cuenta de que el éxito es excepcional. En los primeros tiempos pensábamos que nos había tocado triunfar y que eso era lo normal. Ahora que nos hemos dado cuenta de que resulta extraordinario apuramos con más intensidad lo que nos ha tocado vivir", comenta. Este mismo pensamiento lo resume rumboso con la frase: "Somos una serpiente digiriendo un elefante. Es un proceso largo".

Lo que no ha cambiado en Estopa es que su padre les sigue acompañando en casi todas las actuaciones. "Es él quien controla la editorial, la discográfica y todo lo necesario. ¿Quién mejor?", se pregunta David. Otra cosa que no ha variado, afirma, es "la respuesta de la gente". "Resulta muy calurosa y nos muestra un cariño muy especial", afirma David. Cualquiera que haya asistido a uno de los conciertos de Estopa puede confirmar este extremo, manifestado por medio de una entrega y alegría que a David le hace afirmar que "Estopa es un sentimiento".

Ese sentimiento se tomará vacaciones el domingo e iniciará la composición de nuevas canciones. En realidad ya han compuesto unas 18, pero David reconoce que "para escoger la docena que entra en un disco necesitamos poder seleccionar entre 40".

La composición es la tarea que ahora espera a los hermanos Muñoz, quienes mañana se enfrentan a una situación que les provoca dos sentimientos encontrados: "Por un lado, alegría por poder descansar; por otro, pena por dejar de ver a quienes te han acompañado tanto tiempo".

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